El creador de la serie Matarife Daniel Mendoza Leal se refirió a las recientes notas de la revista Semana dirigida por Vicky Dávila.
Para el medio ultraderechista, Daniel Mendoza había perdido una batalla judicial contra el club El Nogal, por lo que Daniel respondió con el siguiente mensaje.
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Daniel Mendoza le responde a Vicky Dávila
Hoy me dirijo a ustedes con el fin de poner en evidencia otra más de las mentiras que le escupe Vicky Dávila a la sociedad colombiana, esta mucama del uribismo, aseguró en el medio que regenta que me echaron del club El Nogal por haber publicado la novela ‘El diablo es Dios’, también afirma que perdí el proceso en contra de dicho club social.
Lo que dice la doña es falso, a mí no me sacan de ese club por publicar una obra literaria, mi novela no es la causa de la expulsión y ella lo sabe bien porque el mismo artículo publica mordiscos del fallo.
Salí de allí por investigar y denunciar en mis escritos los vínculos evidentes de varios socios y miembros de junta directiva con el paramilitarismo, el narcotráfico y la corrupción, me echan por destapar el cártel del narcotráfico y el lavado de activos que aún opera en esa marranera de sangre y cocaína donde convive la élite de pos-mafiosos uribistas.
Allí caminan todos los días por los pasillos, se sancochan en el baño turco y se enjuagan en la piscina mucho de los antaños subalternos leales de Pablo Escobar, Mancuso y Castaño.
Y usted Vickisita se revuelca en el mismo cochambre junto con sus familiares, los asesinos y traquetos pestilentes del clan GNECCO.
Ya el pueblo colombiano tendrá la oportunidad de conocer los crímenes de muchos de los miembros del nogal, a medida que vaya avanzando la segunda temporada de la serie Matarife ‘señor masacre’, pero sobre todo cuando reciban la sorpresa cariñosa que le estoy empacando a todos aquellos dignos asociados para el 2022.
Además, es mentira que el club haya triunfado, la Corte Suprema de Justicia profirió un fallo amparando mi derecho fundamental a la libre expresión, haciendo uso de la Constitución, en pocas palabras concluyó diciendo que en una democracia un periodista no lo pueden echar de ningún lado por denunciar actuaciones delictivas de terceros en sus escritos.
