Aprueban cloroquina contra el COVID-19, pero la OMS no lo recomienda

Algunos presidentes como Jair Bolsonaro (presidente de Brasil) tomó la arriesgada decisión de autorizar la cloroquina como tratamiento para el COVID-19. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) no ha demostrado estudios científicos ni recomienda tomarla por sus riesgos secundarios. Asimismo, Donal Trump lleva varios días tomándola.

Tanto la cloroquina y la hidroxicloroquina, que empezaron a tomar en Estados Unidos para combatir el coronavirus, es un error.

«No hay ninguna prueba que indique recomendable la hidroxicloroquina para uso contra el COVID-19, el uso de esta en cada país es cuestión de una decisión de cada país»

Organización Panamericana de la Salud

¿Qué es la hidroxicloroquina?

Es un inmunomodulador que se ha usado desde hace años como tratamiento de la malaria, el lupus y artritis severa.

Suele ser llamado con el nombre de su compuesto base, la cloroquina, pero esta y la hidroxicloroquina tienen composiciones químicas y usos médicos diferentes.

Hay que tener precaución al tomar medicamentos que no están probados para dicha enfermedad, ni porque el mismísimo presidente las tome u ordene.

La hidroxicloroquina ha sido el fármaco que decide tomar Donal Trump para evitar contagiarse, creyendo que quizá le funcione.

«Llevo tomandolo como una semana y media ya y aquí sigo» -Trump

Algunos riesgos son: la depresión, arritmia cardíaca, paranoia e instintos suicidas.

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Cloroquina en Brasil

A Bolsonaro nada le puede quedar grande, pues así quiere mostrarse al aprobar un fármaco que no está científicamente comprobado para combatir el coronavirus, y esta es una guerra que él no quiere perder.

«Peor que ser derrotado es la vergüenza de no haber luchado. Dios bendiga a nuestro Brasil»

-Bolsonaro

La hidroxicloroquina y la cloroquina, según el presidente brasileño, están siendo estudiados, mientras tanto, autoriza el consumo de los fármacos a personas contagiadas que estén llevado los primeros síntomas sin mayor riesgo.

Protocolo con la cloroquina

El suministro en Brasil, queda al criterio del médico, desde que el paciente, declare recibirlo voluntariamente.

El paciente tiene que firmar un término de consentimiento en el que admite tener conocimiento que las medicinas pueden causar efectos colaterales “como reducción de glóbulos blancos, disfunción del hígado, disfunción cardíaca y arritmias, y alteraciones visuales por daños en la retina”.

Esta inasistencia de Bolsonaro, y el afán de curar, va a terminar matando más personas, teniendo en cuenta que es uno de los países donde más contagiados hay en el mundo por una «pequeña gripa» que él, no ha tomado en serio.

Pueden morir más personas en casa por automedicarse cloroquina que por el coronavirus.

En dos o tres días, se presentaron alteraciones del ritmo cardíaco a pacientes con dosis más elevadas de cloroquina, según estudio. Al sexto día murieron 11 pacientes.

El estudio del equipo de médicos del Instituto de Medicina Tropical de Manaos se interrumpió de inmediato.

EE.UU

Desde mediados de marzo, Trump proclamaba la hidroxicloroquina como salvación de mundo.

Sin embargo, por las altas complicaciones, el presidente de los Estados Unidos tomó la decisión de suspenderlo, un golpe contra su orgullo.

Con ese lema de «no tienen nada que perder» convenció a sus ciudadanos que, con una dosis diaria, supuestamente se salvarán del virus.

“Muchas cosas buenas han salido de la hidroxicloroquina. Te sorprendería saber cuánta gente la está tomando”

-Trump

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OMS no consciente estas aprobaciones

Mike Ryan, director ejecutivo del organismo para Emergencias Sanitarias, explica que esa droga no debería utilizarse hasta ser comprobada. Funciona con otras enfermedades pero aún no se sabe si funciona para el COVID-19.

«Sólo debe usarse en estudios clínicos monitoreados por médicos, debido a sus potenciales efectos secundarios”