ANT recupera 2.708 hectáreas en Córdoba que estuvieron en poder de jefes paramilitares

Felipe Harman en la entrega de tierras a los campesinos de Córdoba
Felipe Harman en la entrega de tierras a los campesinos de Córdoba. Foto: Felipe Harman.

La Agencia Nacional de Tierras (ANT), liderada por su director Juan Felipe Harman y con el respaldo de la Policía Nacional, ejecutó un operativo decidido y bien coordinado con el que recuperó 2.708 hectáreas de tierra en el departamento de Córdoba.

Cinco predios —Isla Sola 1, Isla Sola 2, Lote 3 Isla Sola, Isla Solar 2 (todos en La Apartada), y La Palmira (en Pueblo Nuevo)— volvieron a manos de quienes siempre debieron poseerlos, los campesinos

Felipe Harman en la entrega de tierras a los campesinos de Córdoba
Felipe Harman en la entrega de tierras a los campesinos de Córdoba. Foto: Felipe Harman.

Recuperación de predios en Córdoba

El martes 29 de julio, Harman lideró la devolución de cuatro predios en Isla Sola 1 (200 hectáreas), Isla Sola 2 (343 hectáreas), Lote 3 Isla Sola (115 hectáreas) y Isla Solar 2 (85 hectáreas). Encontraron ganado y unas 50 estructuras tipo rancho abandonadas. 

Al día siguiente, confirmaron la recuperación de 1.965 hectáreas de la hacienda La Palmira, ubicada en Pueblo Nuevo y colindante con la Ciénaga de Ayapel. 

En el terreno hallaron cerca de 5.000 cabezas de ganado sin dueño, y constataron que el predio continuaba en ocupación ilegal pese a medidas cautelares existentes en el marco de Justicia y Paz. 

Esas tierras habían sido entregadas por los jefes paramilitares Carlos Mario Jiménez, alias Macaco, y José Germán Sierra Pico, alias Nico, al Fondo de Reparación para las Víctimas como parte del programa Justicia y Paz.

Sin embargo, esa reparación jamás se cumplió. 

«Estos bienes en su momento fueron entregados por paramilitares para reparar a las víctimas del conflicto armado. Después de 17 años tenemos la certeza de que estos predios fueron aprovechados y explotados ilegalmente por un reconocido finquero de esta zona, que tenía alrededor de 500 cabezas de ganado, sin pagarle un peso al Estado, sin tener un solo contrato con el Estado», afirmó el director Harman. 

Victimización transformada en oportunidad

La ANT destinó esas tierras a más de 200 familias campesinas y víctimas, tras la evaluación técnica de los Comités Municipales de Reforma Agraria (CMRA). 

Entre los beneficiarios hay mujeres cabeza de hogar, jóvenes y comunidades organizadas en asociaciones como Asphas, Aproagrosanjorge y otras. Este es un paso concreto hacia la Reforma Agraria en la región. Aunque la entrega fue significativa, no se detiene aquí. 

Solo en Córdoba, la ANT ya recuperó más de 12.000 hectáreas que habían sido controladas por estructuras narcoparamilitares. En esas tierras ahora siembran dignidad, esperanza y soberanía alimentaria. 

Harman, señaló que proyecta incorporar a al menos 100 familias campesinas en el proceso de entrega. «La idea es diseñar un esquema de transferencia y parcelación que permita que estas familias hagan parte activa de la Reforma Agraria».

La ANT devolvió lo que nunca debió perderse: tierra, dignidad y futuro. Ahora, familias campesinas que querían trabajar la tierra la tienen en su poder. 

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