El presidente chino, Xi Jinping, utilizó un discurso conmemorativo en honor del 130º aniversario del nacimiento de Mao Zedong para abogar por un marco recientemente introducido destinado a contrarrestar el modelo capitalista occidental.
Según un informe de Bloomberg, mientras hablaba en un evento en Beijing para conmemorar el 130º aniversario del nacimiento de Mao, Xi dijo: “La tarea central de la nación y su gobernante Partido Comunista es convertir a China en un país más fuerte y rejuvenecer la nación china en todos los frentes, buscando la modernización china”.
Xi Jinping contra el capitalismo occidental
Describió la modernización china –un concepto vago que promueve desde 2021– como “una causa heredada de revolucionarios veteranos, incluido Mao Zedong”, que ahora es “la solemne responsabilidad histórica de los comunistas chinos de hoy”, añade el informe.
El presidente Xi ha defendido constantemente esta idea en varios eventos, presentándola como una alternativa a los sistemas empleados por Estados Unidos y sus aliados.
Según el principal periódico del Pueblo, la modernización china se caracteriza por características únicas, como beneficiar a una gran población, lograr una “prosperidad común” y desarrollarse pacíficamente.
Según el informe de Bloomberg, al vincular su propio proyecto con el legado de Mao, el presidente Xi crea una oportunidad para que los medios estatales lo presenten como una extensión de la figura venerada que es recordada como el fundador de una nueva China.
Esta narrativa tiende a restar importancia al papel de Mao en el Gran Salto Adelante de la década de 1950, que provocó la hambruna, y en la tumultuosa Revolución Cultural de las décadas de 1960 y 1970.
El presidente Xi, cuyo gobierno eliminó los límites de mandato en 2018, ha pasado más de una década consolidando su poder a niveles no vistos desde la era de Mao.
Esta consolidación ha generado preocupación entre algunos inversores por la ausencia de controles y equilibrios sobre sus ambiciones. Además, el impulso para reducir la brecha de riqueza ha generado temores de una amplia redistribución del ingreso.
En los últimos años, algunos funcionarios han otorgado el título de “Xi lingxiu” o “líder”, un término de elogio previamente reservado para Mao. El presidente Xi también ha tomado medidas para cubrir puestos clave con partidarios, lo que podría reducir la probabilidad de que se escuchen voces disidentes en materia de políticas.
El aparato de propaganda de China ha intensificado sus esfuerzos por establecer paralelismos entre Mao y el presidente Xi.
Según el informe, un instituto de investigación del Partido Comunista, en un artículo de este mes, argumentó que Mao debería ser recordado por sus “altos logros y su sólida moral”.
Lea más: ¿Por qué la Navidad en China genera resistencia?
