Tesla, el gigante de los vehículos eléctricos dirigido por Elon Musk, se enfrenta posiblemente a uno de sus peores años, después de un período prolongado en el que prendió fuego al escenario mundial de los vehículos eléctricos.
Tesla ha experimentado una caída importante en los envíos durante el primer trimestre de este año, marcando sus cifras de entregas trimestrales más bajas desde 2022.
Los números de Tesla
Para poner las cosas en contexto, en 2022, Tesla, junto con el resto del mundo, todavía se estaba recuperando de los efectos de la pandemia, se enfrentaba a una escasez masiva de chips de silicio y estaba atravesando importantes periodos de inactividad en las cadenas de suministro mundiales.
La caída de las entregas de Tesla este año se puede atribuir a una serie de desafíos. Esto incluye un incendio en su fábrica europea a principios de este año, así como importantes interrupciones en el transporte marítimo global debido al conflicto que rodea a Israel, Palestina y Yemen.
En el primer trimestre de 2024, Tesla entregó poco menos de 387.000 vehículos eléctricos a sus clientes, una disminución de más del 8 por ciento en comparación con el mismo período del año pasado y muy por debajo de lo que esperaban los analistas y el propio Tesla.
Como resultado de no alcanzar sus proyecciones de ventas, las acciones de Tesla se desplomaron más del 4 por ciento tras el anuncio.
Los analistas llaman a esto un “desastre absoluto” para Tesla, especialmente si consideramos los desafíos actuales del fabricante de vehículos eléctricos.
Las cosas han empeorado porque las tasas de interés más altas afectan la asequibilidad tanto en Estados Unidos como en China, dos de los mercados más grandes de Tesla.
Para empeorar las cosas, Tesla se enfrenta a un nivel de competencia sin precedentes por parte de sus rivales. Mientras que algunos están ampliando su oferta de vehículos eléctricos, otros, como Xiaomi, están entrando con fuerza en el mercado y acaparando tanto la atención como la cuota de mercado.
A pesar de los repetidos recortes de precios por parte de Tesla en respuesta al debilitamiento de la demanda, competidores como BYD han logrado ganancias significativas, particularmente en mercados clave como China.
La situación se vio agravada aún más por las interrupciones en el suministro provocadas por los ataques hutíes en el Mar Rojo, que paralizaron temporalmente la producción en la fábrica de Tesla en Alemania, afectada posteriormente por un presunto ataque incendiario.
Si bien Tesla informó una modesta caída interanual del 1,6 por ciento en la producción durante el primer trimestre, las entregas se vieron significativamente afectadas, cayendo más del 8 por ciento en comparación con el mismo período del año pasado.
Esto marca la primera disminución anual en las entregas para cualquier trimestre desde 2020, con una caída del 20 por ciento en comparación con el último trimestre de 2023.
La disminución de los envíos de Tesla se produce en medio de una tendencia más amplia de las empresas automotrices a revisar sus estrategias debido a una demanda más débil de lo esperado, aunque los pronósticos de la industria aún anticipan un crecimiento significativo en las ventas de vehículos eléctricos este año.
