Real Cartagena: 14 años en la B, fracaso deportivo y desmanes en el Jaime Morón

Christian Marrugo y Néstor Craviotto
Christian Marrugo y Néstor Craviotto. Foto: Real Cartagena.

La crisis del Real Cartagena tocó fondo este miércoles 12 de noviembre, marcando 14 años de frustración en la segunda división del Fútbol Profesional Colombiano (FPC). Lo que debía ser un partido clave contra Real Cundinamarca en el Estadio Jaime Morón León terminó en caos, luego de que algunos hinchas invadieran el campo de juego, obligando a la suspensión del encuentro.

El empate 0-0 deja al equipo heroico con apenas 3 puntos en la tercera fecha, prácticamente sentenciando otro año en la ‘B’ y evidenciando el fracaso del proyecto deportivo, pese a los esfuerzos de la alcaldía de Dumek Turbay en 2024 y 2025.

Christian Marrugo y Néstor Craviotto
Christian Marrugo y Néstor Craviotto. Foto: Real Cartagena.

La paciencia de la afición se agotó. Tras el descenso en la campaña de 2012, la hinchada ha soportado más de una década de promesas incumplidas. La noche del miércoles fue el detonante al ver que el equipo era incapaz de marcar gol ante Real Cundinamarca, un grupo de aficionados saltó al gramado, generando la suspensión inmediata del partido y una condena generalizada a los actos de violencia.

Esta situación pone en jaque no solo el presente deportivo, sino la viabilidad del proyecto que la administración de Dumek Turbay ha intentado impulsar. ¿Y la familia Rendón cuándo responderá?

Otro año en la B del Real Cartagena

El concejal de Cartagena, Javier Julio Bejarano, fue una de las primeras voces políticas en reaccionar enérgicamente ante los desmanes. Bejarano calificó los hechos como violencia y vandalismo, deslindando la pasión del hincha de los actos delictivos presenciados en el Jaime Morón. «Lo que hemos visto hoy en el estadio Jaime Morón no puede repetirse JAMÁS. Lo ocurrido tras el empate del Real Cartagena no fue pasión por el equipo, fue violencia y vandalismo», sentenció el concejal.

En su declaración, Bejarano hizo un llamado al orden, subrayando que la violencia venga de donde venga, nunca será la respuesta a nada. El cabildante fue enfático en el rechazo a las acciones que pusieron en riesgo la seguridad de jugadores, fuerza pública y la ciudadanía en general. «Atacar jugadores, a la fuerza pública, destruir bienes públicos, atacar a Transcaribe o poner en riesgo vidas humanas no es amor por una camiseta, es perder el sentido del deporte, es vandalismo y es delito», agregó.

Si bien el concejal Bejarano condenó la violencia, también analizó el trasfondo de la frustración que embarga a la afición cartagenera. Señaló que el descontento de los verdaderos hinchas no nace exclusivamente del empate 0-0 contra Real Cundinamarca, sino de una acumulación de fracasos deportivos que ya suman 14 años.

«Este descontento ciudadano no nace solo de una derrota… Nace de años sin un proyecto serio y sostenido en el tiempo para el fútbol en nuestra ciudad», explicó Bejarano.

Desde el descenso en 2012, el Real Cartagena no ha logrado consolidar una estructura deportiva que le permita regresar a la primera categoría, convirtiéndose en un inquilino permanente de la ‘B’.

El concejal también destacó el impacto social que esta crisis deportiva genera en ‘La Heroica’. «El fútbol no es solo un juego: es identidad, es economía, es oportunidad para nuestros jóvenes», manifestó. Cuestionó la falta de visión a largo plazo: «¿Cómo formarlos sin un proyecto serio?».

En Cartagena señala que mientras la familia Rendón siga en el proyecto deportivo, el ascenso será casi que imposible.

Redacción Deportes Pluralidad Z.