Javier Hernández Bonnet cuenta la verdad de la campaña de descrédito

Javier Hernández Bonnet durante su entrevista en el programa 'El Vestuario'
Javier Hernández Bonnet durante su entrevista en el programa 'El Vestuario'.

El comentarista deportivo Javier Hernández Bonnet ofreció una profunda y reveladora entrevista en el programa ‘El Vestuario’, donde repasó momentos clave de su carrera de más de 30 años. En la charla, Bonnet no solo recordó sus inicios, sino que abordó temas espinosos como su incursión en la política, los duros ataques que ha recibido en redes sociales bajo el apodo ‘Refisal’, y el trágico episodio que rodeó la muerte del futbolista Andrés Escobar, un hecho que, según confesó, casi lo lleva a dejar la profesión.

Bonnet recordó su candidatura al Senado de la República en el año 2010 por el Partido Conservador. En esa campaña, el comentarista obtuvo una votación significativa de 39.750 votos, aunque no le alcanzó para obtener la curul. Explicó que su proyecto estaba enfocado en generar oportunidades para la juventud y ocupar su tiempo libre, buscando alejarlos de la delincuencia y los grupos armados.

Javier Hernández Bonnet durante su entrevista en el programa 'El Vestuario'
Javier Hernández Bonnet durante su entrevista en el programa ‘El Vestuario’.

A pesar de que la política la entiende como el arte de servir a los demás y no a sí mismo, y de recibir ofertas posteriores para aspirar a la Gobernación de Caldas o al Concejo de Bogotá, Bonnet decidió que su bus ya pasó.

El origen del apodo ‘Refisal’: un ataque político

Javier Hernández Bonnet explicó el origen de la campaña de descrédito asociada al apodo ‘Refisal’. Contrario a la creencia popular, no nació de un error deportivo, sino de su incursión en la política en 2010.

Bonnet relató que el apodo fue parte de «la más furiosa campaña de descrédito» que ha vivido. Según su testimonio, todo comenzó cuando, en medio de su campaña al Senado, una persona le propuso darle palo a ciertos rivales para asegurar la curul, a lo que él se negó rotundamente.

Tras ese conflicto, asegura, empieza el tema del descrédito, incluyendo la creación de bodegas y la manipulación de sus comentarios para sacarlos de contexto.

El comentarista, que admite no manejar redes sociales para no condicionar su opinión, confesó que su mayor preocupación era el efecto en su familia. Sin embargo, destacó la inteligencia emocional de su hija menor, Sofía, quien para neutralizar el bullying, se mandó a hacer una camiseta de fútbol con el número nueve y el nombre ‘Refizal’ en la espalda, demostrándole que a la gente la joden porque se enoja.

La oferta a Andrés Escobar que terminó en tragedia

El momento más emotivo de la charla fue el recuerdo de Andrés Escobar. Bonnet confesó que el asesinato del jugador en 1994 le generó una frustración tan profunda que estuvo a punto de dejar el periodismo.

Relató que, tras la eliminación de Colombia del Mundial de EE. UU. (después del autogol contra el anfitrión), recibió una llamada de Ricardo Alarcón y Augusto López, directivos de Caracol en ese entonces. La misión de Bonnet era convencer a Andrés Escobar de quedarse en Estados Unidos como comentarista de la cadena para el resto del Mundial.

Bonnet le transmitió la oferta a Escobar, quien la rechazó inicialmente por su novia y familia. Caracol insistió, ofreciendo pagar todos los gastos de sus acompañantes. Fue entonces cuando Escobar le dio la razón real de su negativa, una frase que Bonnet recuerda con dolor:

«La verdad es que no tiene presentación que todos en Colombia estén hablando de mí por el autogol y yo deje llegar a mis compañeros solos a Colombia a recibir toda el agua sucia. Yo tengo que volver a Colombia con ellos».

Esa fue la última vez que habló con él. Bonnet también recordó que el técnico Francisco Maturana había advertido a los jugadores que no salieran a la calle al volver, que «no dieran papaya». Escobar fue uno de los dos jugadores que desobedecieron esa recomendación, con el desenlace fatal que conmocionó al país.

En un tono más distendido, Bonnet compartió dos anécdotas que marcaron su carrera. La primera, que no vio en directo el histórico gol de Fredy Rincón contra Alemania en el Mundial de Italia 90. Como trabajaba para televisión, se levantó de la tribuna minutos antes del final para ir a la sala de prensa.

Cuando escuchó el grito de gol, volteó y solo vio la «pirámide» de jugadores celebrando. Al llegar al túnel, vio a Iván Mejía buscando con quién abrazarse; corrieron el uno hacia el otro, pero Mejía, en la emoción, le dio un rodillazo que lo dejó sin aire. «Por eso es doblemente inolvidable», bromeó.

Finalmente, destacó al técnico argentino Osvaldo Zubeldía como su «gran maestro» en el periodismo. Siendo reportero en el año 76 o 77, Zubeldía se ofreció a ayudarlo. Antes de los partidos, el DT le explicaba las jugadas preparadas de Nacional. Cuando la jugada ocurría en la transmisión, Bonnet la anticipaba con precisión, ganando reconocimiento gracias a las lecciones del maestro.

Redacción Deportes Pluralidad Z.