
Lo que debía ser un enfrentamiento épico entre el equipo Argentino Independiente de Avellanada y Universidad de Chile por los octavos de final de la Copa Sudamericana terminó convertido en una batalla en las tribunas: violencia extrema, heridos graves, decenas de detenidos y la suspensión definitiva del partido.
Un escenario de verdadero terror se vivió en el estadio Libertadores de América.

Batalla en la tribuna
El encuentro había comenzado con relativa normalidad y llegó al medio tiempo con un empate de 1-1.
El drama se desató apenas iniciado el segundo tiempo. Desde la tribuna Bochini Alta, un sector ocupado por hinchas de la U de Chile, comenzaron a llover proyectiles insólitos: palos, butacas, partes de sanitarios, botellas e incluso una “bomba de estruendo” hacia el público local.
La situación escaló al caos cuando parte de la barra de Independiente invadió esa zona y desató una violencia indescriptible: hinchas chilenos fueron golpeados salvajemente, desnudados y empujados desde las gradas.
Algunas víctimas habrían sido empujadas o se habían caído desde las tribunas. También se registraron heridos trasladados a hospitales cercanos, y detenciones en serie.
La seguridad y la policía estuvieron ausentes o inoperantes, lo que permitió que la violencia escalara aún más.
Escalada y suspensión del partido
Ante la gravedad de los hechos y la imposibilidad de contener la situación, el árbitro suspendió el partido apenas comenzado el segundo tiempo.
Más tarde, Conmebol anunció la cancelación definitiva del encuentro, citando falta de garantías de seguridad por parte del club anfitrión y las autoridades locales.
Al menos 10 personas resultaron lesionadas, algunas de gravedad, incluida una persona que cayó desde una grada. Los cálculos de las personas detenidas varían entre 90 y 111 personas arrestadas, en gran parte hinchas chilenos.
Según reportes oficiales y diplomáticos, algunas de las personas lesionadas tienen lesiones graves, inclusive con intervenciones neuroquirúrgicas.
Fuentes del Ministerio de Salud bonaerense, aseguraron que uno de los heridos más graves es Gonzalo Alfaro, de 33 años, el hincha chileno que fue arrojado al vacío cuando intentaba escapar del ataque de la barra de Independiente en plena tribuna.
Quien fue trasladado al Hospital Fiorito de Avellaneda y fue intervenido neuro-quirúrgicamente, debido a un traumatismo de cráneo y su pronóstico reservado.
Repercusiones para los equipos
El gobierno de Chile, a través de su presidente, expresó una fuerte condena a los hechos y apuntó a la irresponsabilidad en la organización del partido.
Se informó que se movilizó al embajador chileno para que supervisará tanto la atención médica a los heridos como la situación de los detenidos, así como para garantizar el respeto de sus derechos.
La Conmebol abrirá una investigación disciplinaria, y los órganos internos evaluarán sanciones y responsabilidades tanto para los clubes implicados como para autoridades de seguridad y organización.
El futuro del partido – si se reprograma o se da por finalizado el torneo – dependerá de las resoluciones de esos órganos y de la evaluación de riesgo y protocolos de seguridad.
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