
El gobierno de Estados Unidos anunció este lunes que se ha alcanzado un «acuerdo marco» con China respecto al futuro de la popular aplicación de videos TikTok. El anuncio llega en un momento crítico, a solo días de que venza el plazo impuesto por Washington para que la empresa matriz de TikTok, ByteDance, venda sus operaciones en territorio estadounidense o enfrente una prohibición total.
Desde España, donde participa en la cuarta ronda de negociaciones comerciales del segundo mandato de Trump, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, fue el encargado de dar la noticia. «Tenemos un marco para un acuerdo con TikTok», declaró Bessent a The New York Times, atribuyendo el avance directamente a la intervención del presidente. «Llegar a este marco fue posible gracias al presidente Trump», añadió, sin ofrecer detalles específicos sobre los términos del pacto.

Acuerdo a la vista: ¿Cómo se salvará TikTok de la prohibición en Estados Unidos?
Casi simultáneamente, el presidente Donald Trump utilizó su plataforma Truth Social para insinuar el logro. «También se llegó a un acuerdo sobre una empresa que los jóvenes de nuestro país querían salvar», publicó, en una clara alusión a la inmensa popularidad de TikTok.
Además, Trump adelantó un paso crucial para la consolidación del pacto: una reunión virtual con el presidente chino, Xi Jinping, programada para este viernes.
Según Bessent, en dicha llamada, ambos líderes «tendrán que confirmar el acuerdo», lo que sugiere que cualquier anuncio formal y definitivo se producirá después de este encuentro de alto nivel. La confirmación es vital, ya que el plazo final otorgado por Trump para la venta de las operaciones de TikTok expira este miércoles.
El Congreso estadounidense, en una inusual muestra de unidad bipartidista, aprobó el año pasado una ley que obliga a la venta de TikTok a una empresa no china, citando preocupaciones de seguridad nacional. Legisladores y agencias de inteligencia han advertido que la plataforma podría ser utilizada por el Partido Comunista de China (PCCh) como una herramienta de propaganda y para acceder a los datos de millones de usuarios estadounidenses.
A pesar de estas alarmas bipartidistas y de investigaciones independientes que señalan la influencia de Pekín en la aplicación, el presidente Trump se ha mostrado reacio a una prohibición total.
Tras su victoria en las elecciones de 2024, en una campaña donde se reconoció el impacto movilizador de TikTok, Trump se comprometió a encontrar una solución. Inicialmente, la fecha límite para la venta era el 19 de enero, pero fue extendida por 75 días por la administración actual.

Este avance en el caso TikTok se enmarca en una compleja ronda de negociaciones comerciales que se lleva a cabo en Madrid. Bessent y el representante comercial de Estados Unidos, Jamieson Greer, se han reunido por segundo día consecutivo con una delegación china de alto nivel, encabezada por He Lifeng, viceprimer ministro de política económica.
Las conversaciones buscan aliviar una guerra arancelaria que, en su punto más álgido, vio a Trump imponer aranceles de hasta el 145% a productos chinos, con una respuesta de Xi de hasta el 125%. Aunque actualmente rige una tregua, la presión persiste, especialmente en lo que respecta al dominio casi monopólico de China sobre el suministro de tierras raras, un punto sensible para la industria tecnológica estadounidense.
El mundo ahora espera la llamada del viernes entre Trump y Xi, que no solo podría sellar el destino de TikTok en uno de sus mercados más grandes, sino también marcar el rumbo de las futuras relaciones comerciales entre Washington y Pekín.
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