
Un pequeño cambio puede generar grandes conversaciones. Este es el caso de Nubank, el banco del colombiano David Vélez conocido en el país como Nu Colombia, que ha modificado la presentación de sus tarjetas para nuevos clientes en Colombia, una decisión que ha sembrado la tristeza en algunos y ha abierto el debate sobre la importancia de los detalles en la era digital.
La icónica caja morada, que se había convertido en un símbolo de bienvenida al mundo Nu, ha comenzado a ser reemplazada por un sobre más sencillo y económico. Lo que antes era una experiencia de unboxing celebrada en redes sociales, ahora se ha transformado en una entrega más tradicional: un sobre que contiene una carta de bienvenida, la esperada tarjeta de crédito o débito MasterCard y algunas pegatinas de la marca.

Esta modificación, orientada a la optimización de costos y a una mayor eficiencia logística, ha puesto sobre la mesa la pregunta: ¿Sigue Nu entregando sus famosas cajitas?
¿Optimización de costos o un adiós a la experiencia premium?
Según la información recopilada y los testimonios de varios usuarios, el cambio no es absoluto. Fuentes cercanas al neobanco y clientes veteranos señalan que la distribución de las cajas no ha cesado por completo.
La elección entre la caja y el sobre parece responder a factores de inventario y a una estrategia de sustentabilidad para reducir el impacto ambiental.
No obstante, la percepción entre los nuevos usuarios es de desilusión. Para muchos, la caja no era solo un empaque, sino una declaración de principios: innovación, cuidado en el detalle y una experiencia de cliente superior a la de la banca tradicional. Este empaque incluía, además, un práctico tarjetero con adhesivo, un pequeño accesorio que los nuevos sobres ya no traen consigo, marcando otra diferencia notoria.
La discusión ha escalado en foros y redes sociales, donde los consumidores comparan la experiencia de Nu con la de otros jugadores del mercado.
Nu Colombia le dijo a Pluralidad Z: «El nuevo kit está disponible para todas las personas que reciben por primera vez su tarjeta Nu, ya sea de crédito o débito, o ambas. Incluye una carta escrita a mano por Marcela Torres, Gerente General de Nu Colombia; stickers personalizados; una obra ilustrada por el artista colombiano Sergio Corzo que cobra vida en realidad aumentada, y un empaque rediseñado que refleja la esencia innovadora de la marca.»
Un ejemplo recurrente es la RappiCard, su competidor directo, que mantiene su promesa de entregar una caja de bienvenida, reforzando la idea de que estos «pequeños lujos» son un factor diferenciador clave para captar y fidelizar a un público joven y exigente.
El diablo está en los detalles
Aunque algunos especularon que el tipo de empaque podría depender del producto —caja para tarjeta de crédito y sobre para la cuenta de ahorros—, varios clientes han desmentido esta teoría, afirmando haber recibido sus tarjetas de débito para cuentas de ahorro en la presentación clásica de la caja. Esto sugiere que la logística interna es el factor determinante.
Para los analistas del sector fintech, este movimiento de Nu, aunque comprensible desde una perspectiva de negocio y sostenibilidad, evidencia un punto de inflexión. En un mercado donde los productos son cada vez más similares, la conexión emocional y la experiencia de marca se vuelven cruciales. El «efecto wow» de la primera interacción física con el producto, como lo era abrir la caja de Nu, es una poderosa herramienta de marketing que ahora se vuelve menos predecible.
La decisión de Nu pone de relieve el delicado equilibrio que deben manejar los neobancos: mantener una estructura de costos ligera sin sacrificar los elementos que construyeron su reputación y que los hicieron destacar frente a los bancos de siempre. Para los nuevos consumidores financieros en Colombia, parece que la forma es tan importante como el fondo.
Lea más: Clientes de Nubank felices: ya tienen un retiro gratis en cajeros automáticos por mes.