Desde su establecimiento como moneda nacional de Estados Unidos, el dólar ha sufrido muchas actualizaciones y cambios, pero nada se compara con la propuesta que se debate hoy.
Estados Unidos está considerando con cautela si adoptar una versión digital de su moneda, una más adecuada para el mundo actual cada vez más sin efectivo, marcando el comienzo de lo que podría ser una de las transformaciones más fundamentales del dólar. (Relacionado: Preocupación en Estados Unidos: menos jóvenes quieren estudiar en la universidad)
- General Motors elimina 1.000 puestos de trabajo para ahorrar costos
- Médico revela cómo debes comer las fresas, lo estás haciendo mal
- Unión Europea multa a Meta con 798 millones de euros por prácticas antimonopolio
En ese escenario, Estados Unidos no solo acuñaría las monedas e imprimiría billetes en papel. También emitiría efectivo digital, o una moneda digital del banco central (CBDC), que se almacenaría en aplicaciones o «carteras digitales» en nuestros teléfonos inteligentes.
Luego podríamos usarlos para pagar cosas, tal como lo hacen con Venmo (el Nequi gringo) o Apple Pay, y ningún dinero físico real cambiaría de manos.
Es una visión de un futuro sin efectivo que otros países ya están adoptando. China, por ejemplo, ya ha presentado el yuan digital a modo de prueba. India dijo esta semana que también presentaría una rupia digital.
Le interesa: Bayer deberá pagar a las victimas de glifosato $25 millones de dólares en Estados Unidos
Ahora Estados Unidos está sopesando si quiere entrar en el juego. El mes pasado, la Reserva Federal publicó un documento muy esperado, que presenta las ventajas y desventajas de una moneda digital.
La Fed dice que es un primer paso, destinado a iniciar una conversación importante entre los formuladores de políticas y recopilar comentarios, desde personas promedio hasta algunas de las instituciones financieras más grandes del país.
Los formuladores de políticas enfatizan que estos son los primeros días todavía, y hay muchas cosas que deben resolverse. Con todo, las transacciones realizadas con dólares digitales probablemente no parecerían muy diferentes de las alternativas privadas existentes que nos permiten pagar cosas acercando nuestros teléfonos inteligentes al lado de los lectores.
China, por ejemplo, permite pagos digitales en yuanes en las ciudades en las que el país está probando su moneda digital, lo que permite a los ciudadanos realizar pagos a través de una aplicación creada por el gobierno.