Según una denuncia publicada en redes sociales por parte de un joven llamado Sebastián Cortés, el restaurante Sabor de mi Negra ubicado en la vía a La Calera, en Bogotá, les cobró 500 mil pesos de más para luego rectificar en dos ocasiones.
Sin embargo, según la versión relatada por el dueño del establecimiento, el cobro excesivo se debió un error de digitación al momento de generar la factura, mientras que los clientes habrían tenido actitudes y comentario xenófobos durante su estancia en el restaurante.
La denuncia pública de Cortés en Facebook indica que todo se dio en el marco de una celebración de cumpleaños el pasado domingo 27 de diciembre de 2020.
La cuenta inicial habría dado un valor total de $1’450.000, debido a que, según explica el joven, les cobraron cinco platos de más, 11 cervezas extra, y 5 helados que no habían consumido.
El joven asegura que el dueño del lugar corrigió la factura en dos ocasiones, argumentando que se había equivocado al ingresar un cero de más, pero denuncia que los empleados del local actuaron de forma agresiva y amenazante.
En el video puede verse cómo algunos empleados gritan: “Cuando vienen a comer y no tienen para pagar un plato mayor de 25.000 pesos: pa’ Socha”.
Por su parte, en la otra cara de la moneda, el dueño del local identificado como Edwin Barriga, respondió al Diario El Tiempo, y señaló que sí existió un error inicial de digitación al momento de generar la factura; sin embargo, aseguró que se rectificó a $852.500 pesos.
Con respecto a lo relatado por el joven, Barriga expresó que no se le cobraron cervezas de más, por el contrario, los empleados contaron las cervezas de la caja y se lo demostraron a los clientes. Algo que siempre hacen cuando los clientes se encuentran en estado de embriaguez.
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Al demostrarles el número de cervezas que faltaban en la caja, se dieron cuenta que eran más de 30 y que, incluso, algunas de ellas estaban escondidas en la zona en que estaban sentados los clientes.
Respecto a los helados, el dueño del restaurante reveló que los niños habían tomado 14, luego de que uno de los adultos les dijera que tomaran lo que quisieran.
Barriga confiesa que el comentario sobre Soacha fue incorrecto, pero argumenta que los empleados estaban molestos y ofendidos por lo que consideraron actitudes xenófobas.
Sobre esto, comentó que, por ser un restaurante de comida colombo-venezolana, la mayoría de empleados son provenientes del vecino país de Venezuela.
Reveló que, durante toda su estancia, los clientes se refirieron a la mesera como “Veneca” y tuvieron actitudes xenófobas.
Incluso, una de las mujeres de la mesa se levantó al baño y lo dejó manchado de sangre, probablemente de menstruación, tras lo que se acercó a una de las empleadas y supuestamente le dijo: “Ahí le queda su trabajito porque para eso está destinada la veneca”.
Según el propietario, la mujer habría dejado así el baño a propósito.
Edwin Barriga aseguró que llegaría a instancias legales por haberse afectado el buen nombre de su negocio, a menos que Sebastián Cortés se retracte públicamente de sus declaraciones.
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