Los expertos afirman que alrededor del 15% de los perros tienen alergias, al igual que los humanos, y pueden reaccionar a una variedad de alérgenos presentes en los alimentos que les damos habitualmente.
Sorprendentemente, el pollo, la carne de res y los productos lácteos se encuentran entre los alérgenos más comunes para los perros.
Los perros son alérgicos a la dieta humana
Algunos de los signos de una reacción alérgica en los perros pueden ser fácilmente mal diagnosticados por los dueños y pueden incluir lamido excesivo de las patas, orejas cerosas y heces líquidas intermitentes.
En general, cuantos más desencadenantes alérgicos se acumulen en un perro a la vez, más probable es que el perro presente signos debilitantes como picazón en la piel y las orejas y lamido de las patas.
Con el tiempo, esto puede provocar enrojecimiento, manchas de saliva, hinchazón y pérdida de pelo.
Algunos perros presentan síntomas gastrointestinales, como vómitos o diarrea. El veterinario de Reino Unido, el Dr. Guy Sandelowsky tiene recomendaciones si su perro presenta alguno de los síntomas que podrían estar relacionados con la alergia:
Comience con una dieta hipoalergénica y cubra primero el tratamiento contra los parásitos de la piel y vea si esto mejora las cosas antes de realizar pruebas más exhaustivas. Este es un punto en común para comenzar.
El Dr. Guy recomienda que, después de las pruebas con el perro, se busque una dieta aprobada por un veterinario que sea nutricionalmente completa. Una dieta comercial vegana para mascotas sería un buen punto de partida, preferiblemente sin soja y, tal vez, una dieta hidrolizada si la primera no funciona.
Algunos veterinarios también recomiendan dietas a base de proteínas de insectos, aunque en menor medida. El aumento de los precios de las proteínas de insectos ha hecho que estas sean inasequibles para muchos animales.
Es posible realizar pruebas de alergia en el veterinario. Una de las formas más fiables es mediante pruebas cutáneas, en las que se insertan varios alérgenos comunes debajo de la piel del perro y se registra y analiza el nivel de «reacción».
Estas pruebas también pueden ser costosas y llevar mucho tiempo, por lo que es habitual que se realicen como último recurso si el tratamiento médico o dietético no se tolera o no funciona. Se ha informado de que se han logrado algunos resultados positivos en el tratamiento de estos casos extremos con una terapia de inmunización dirigida a las alergias.
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