Alejandra Giraldo de Noticias Caracol ha tenido que luchar para salvar la vida de su perro, Napoleón, quien ha enfrentado complicaciones de salud.
Antes de la intervención, Napoleón solo podía mover la cabeza y no podía comer por sí mismo. Los dolores de Napoleón eran insoportables debido a una bacteria que afectó sus vértebras.
El sufrimiento de la mascota de Alejandra Giraldo
“Ahí comenzamos un proceso de hacerle como un escaneo para saber cómo estaban todas sus articulaciones y los veterinarios determinaron que tenía una displasia de codo y que eso le estaba causando bastante dolor”, afirmó Alejandra Giraldo.
Alejandra Giraldo agregó: “nos plantean como alternativa hacerle unos implantes de oro, es una técnica que permite desinflamar y generar analgesia, fue horrible porque Napoleón era así (quieto) las 24 horas del día, solamente movía la cabeza, no podía mover ninguna de las paticas, pues movía las paticas de adelante pero no podía moverse de la mitad para atrás”.
El animal pasó momentos angustiantes, una etapa de bastante sufrimiento por la bacteria que se comía las vértebras.
“Venía una enfermera dos veces al día por la mañana y por la noche hacerle vaciado rectal del popó o sea le sacaban el popó con los dedos, no quería comer absolutamente nada, entonces toda la alimentación era asistida, entonces a Napoleón había que voltearlo que moverlo de posición cada tres horas, angustiantes y eternas porque además Napoleón estaba así.
Estaba tranquilo y de un momento a otro metía unos gritos terribles y es que esa bacteria se comió sus vértebras, entonces sus vertebritas no están separadas, sino que se unían y pinzaban todos los nervios a su columna y los dolores eran insoportables.”
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La vida de Napoleón estaba en riesgo, por eso pensaron en sacrificarlo. Napoleón pudo pararse de nuevo luego de su tratamiento y el apoyo de personas que oraron y lucharon por su recuperación.
“Eso es un dilema muy grueso porque yo le pregunté muchas veces a mi esposo ‘Cuánto es suficiente, cuánto es demasiado’ y Napoleón también lo estaba y eso fue el 27 de abril y el 29 de abril se paró el perrito y cuando vino una constante en ascenso los ojos, entonces era como una cosa tras otra, pero si había muchas personas que me decían ya no más”.
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