El mamey (Pouteria sapota), conocido por su pulpa anaranjada y sabor simple-dulce, es una fruta tropical que no solo deleita el paladar, sino que también ofrece múltiples beneficios para la salud.
En Colombia, su cultivo se ha expandido a diversas regiones, incluyendo Turbaco, Bolívar, donde los agricultores han encontrado en esta fruta una oportunidad económica y nutricional. También las abuelas en Colombia dicen que después de comer Mamey deberás tomar agua, pero ahora veamos qué dice la ciencia.
Una joya nutricional con beneficios respaldados por la ciencia
Diversos estudios han destacado las propiedades nutricionales del mamey. Esta fruta es una fuente rica en vitaminas A, C y E, esenciales para el mantenimiento de la piel, la visión y el sistema inmunológico. Además, contiene minerales como el potasio y el hierro, que contribuyen al funcionamiento adecuado del corazón y la prevención de la anemia.
Un estudio publicado en Food Research International resalta que el mamey es una fuente valiosa de vitamina A para los humanos, gracias a su contenido de carotenoides específicos como la sapotexantina y la criptocapsina.
Estos compuestos no solo le otorgan su color característico, sino que también actúan como antioxidantes, protegiendo al cuerpo del estrés oxidativo.
La investigación sugiere que la sapotexantina, exclusiva del mamey, tiene una biodisponibilidad favorable, lo que significa que el cuerpo puede absorberla eficientemente, maximizando sus efectos beneficiosos.
Además, investigaciones han demostrado que los carotenoides presentes en el mamey tienen una capacidad antioxidante comparable a la de la zanahoria, lo que sugiere su potencial en la protección contra enfermedades crónicas.
Esta característica convierte al mamey en una fruta prometedora para la prevención de enfermedades degenerativas y el envejecimiento prematuro.
Turbaco y otras regiones de Colombia apuestan por su cultivo
En Colombia, el mamey se cultiva en varias regiones, siendo Turbaco, Bolívar, uno de los municipios destacados por la calidad del fruto. El clima tropical y las condiciones del suelo en esta zona favorecen el crecimiento de árboles de mamey, que pueden producir entre 200 y 500 frutos por año.
Los agricultores de Turbaco han reconocido el valor del mamey, no solo por su demanda en mercados locales y nacionales, sino también por su potencial en la industria alimentaria y cosmética.
La pulpa se utiliza en la elaboración de jugos, helados y postres, mientras que el aceite extraído de su semilla se emplea en productos para el cuidado de la piel y el cabello.
Estudio publicado por Food Research International.