La Fiscalía General de la Nación abrió una investigación contra el exciclista colombiano Lucho Herrera por su presunta participación en la desaparición forzada y homicidio de cuatro personas en octubre de 2002.
La decisión se basa en los testimonios de dos exparamilitares, alias “Ojitos” y “Menudencias”, quienes aseguran que Herrera solicitó el asesinato de sus vecinos para apropiarse de sus tierras.
Fiscalía vincula a Lucho Herrera con la desaparición de cuatro personas
Diuviceldo Torres, Gonzalo Guerrero y los hermanos Rodríguez Martínez desaparecieron el 23 de octubre de 2002.
Según los testimonios, Lucho Herrera los acusó falsamente de ser guerrilleros. Esto motivó a miembros de las Autodefensas Campesinas del Casanare, entonces lideradas por Martín Llanos, a ejecutar el crimen.
Alias “Ojitos” relató que Herrera les entregó sobres con fotografías de las víctimas, 40 millones de pesos y justificó el ataque diciendo que eran milicianos que planeaban secuestrarlo.
“Esa gente colindaba con la finca de él, eran fincas pequeñas. Nos dijo que, si queríamos, usáramos ese dinero para comprar pistolas y motocicletas”, afirmó alias “Ojitos”.
Óscar Andrés Huertas, alias “Menudencias”, detalló cómo llevaron a cabo el secuestro y asesinato: “Metimos dos en el platón y dos en la parte de adelante. Los inhumamos en la Vía Novilleros a la Aguadita, en una finca sobre el borde de la carretera. Los degollamos y luego los descuartizamos, con machete”, relató sin tapujos alias ‘Menudencias’.
Los paramilitares aseguraron que tiempo después descubrieron que las víctimas no eran guerrilleros, sino campesinos propietarios de tierras vecinas.
La familia busca justicia tras más de dos décadas
“Con el tiempo, la misma organización se dio cuenta que no eran milicianos, sino que el interés era quitarles las tierras”, confesó “Ojitos”.
Otilia Torres, hermana de Diuviceldo, ha conservado durante más de dos décadas la denuncia que presentó el 24 de octubre de 2002 ante la Fiscalía. Ese mismo día acudió al DAS en busca de información, sin obtener respuestas.
«Ellos decían que no habían sacado a nadie de la casa. Nosotros les pedíamos que fueran con prendas del DAS, pero insistían en que no habían sido«, recordó Otilia.
El 7 de abril, Otilia recibió documentos del Juzgado Cuarto Penal del Circuito de Fusagasugá, donde se reconoce la responsabilidad de las autodefensas y se ordena investigar a Herrera.
Según testimonios familiares, desde antes de la desaparición existían tensiones por la tierra. “Mi hermano me dijo que sí, que don Rafael, el papá de Lucho, una vez le había dicho a mi mamá que le vendiera el lote que tenía, que él lo compraba. Pero mi mamá dijo que no”, relató Otilia.
Lucho Herrera, ídolo del ciclismo colombiano en los años 80 y declarado hijo ilustre de Fusagasugá, regresó a su tierra en 1992 para invertir en negocios locales.
En marzo de 2000, las FARC lo secuestraron y lo liberaron en menos de 24 horas, tras el presunto pago de 4.000 millones de pesos. Después del secuestro, habría establecido vínculos con Martín Llanos, según se conoció en la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
Por ahora, la Fiscalía ha iniciado labores de búsqueda de los restos de las víctimas en la zona entre la finca de Herrera y la de los Torres. La familia mantiene la esperanza de recuperar los cuerpos y esclarecer la verdad tras 23 años.
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