Toda una novela de oro el caso de la ex-congresista Aida Merlano

La ex-congresista Aida Merlano, capturada nuevamente el pasado 27 de enero en Venezuela, tras haber escapado de un consultorio odontológico en Bogotá, tiene su caso como toda una novela de oro, con sucesos delatados y una cárcel de lujos.

Le interesa: Así se vivió el día sin carro en Bogotá: Jueves 6 de febrero de 2020

«Jaula de oro»

Desde sus últimas declaraciones ha dejado al descubierto información sobre la corrupción colombiana que involucra a varios políticos y su celda tiene baño privado, TV satelital, aire acondicionado, horno microondas, un estante para su ropa y un espejo.

A esto hay que sumarle la comida a la carta y a su compañero de aventuras, Yeico Manuel Vargas Silvera, con el que fue detenida en Maracaibo, estado Zulia.

Merlano se encuentra recluida en la segunda mejor celda del centro carcelario llamado El Helicoide, por usurpación de identidad, uso de documento falso y asociación para delinquir.

Este lugar es conocido por ser un penitenciario de reclusión y tortura, sin embargo, Aida Merlano vive en una jaula de oro.

Le gustaría: Trump reconoce a Guaidó como presidente interino de Venezuela

Audiencia

El pasado jueves seis de febrero, la ex-congresista pidió disculpas por entrar ilegalmente a Venezuela y pidió ser protegida por el régimen de Nicolás Maduro al ver que su vida cobra peligro en Colombia.

De esa misma manera lo manifestó su hija al decir:

«¿En dónde creen que vivimos?¿En un cuento de hadas? Si mi mamá declaraba en Colombia la mataban ¿Por qué? Porque en Colombia al que signifique una piedra en los zapatos de un poderoso, lo desaparecen».

Las declaraciones de Merlano fueron claras e hicieron temblar a más de uno en Colombia, ya que aseguró tener información sobre los casos de corrupción que se han hecho en su país. Algunos son:

  • El gobierno del presidente Iván Duque quien sabia supuesta-mente dónde estuvo ella todo este tiempo.
  • Álvaro Uribe.
  • Nestor Humberto Martínez.
  • Odebrecth-Santos.
  • Casas políticas de los Char y los Gerlein, especialmente a Julio Gerlein.

Dijo tener pruebas:

“Tengo pruebas, vídeos, audios, pruebas escritas, contratos y licitaciones amañadas (…) Todos caerían con las pruebas que yo tengo”

Finalmente, hay que dudar todo lo comentado por la protagonista de este caso porque puede ser usado como arma de doble filo del gobierno venezolano para desestabilizar el colombiano.

Por su parte, el Gobierno de Colombia respondió ante eso:

«Son oportunistas y son una fabricación del régimen dictatorial de Nicolás Maduro que buscan atacar la honra del presidente de la República de Colombia, e intentan vulnerar la credibilidad de las instituciones colombianas».