De acuerdo con lo que dio a conocer WRadio hace pocas horas, la actual procuradora del gobierno, Margarita Cabello, habría nombrado a la hermana del fiscal general, Francisco Barbosa, en un cargo como asesora en la Procuraduría.
Para algunos, este es un nuevo caso de nepotismo y favores políticos del gobierno uribista de Iván Duque.
La polémica de la procuradora
La procuradora general de la Nación nombrada por el presidente de la República, Margarita Cabello, ha sido el centro de la polémica estos días por causa de una supuesta persecución e intimidación en contra de varios congresistas de oposición.
Mientras se archivan investigaciones sobre casos de corrupción como los de Reficar y los casos de civiles armados en el marco del paro nacional, la procuradora prefiere dar prioridad a la investigación de congresistas de oposición por defender a los manifestantes.
Esto justo antes de que entrara en debate su propuesta de reformar el Código Disciplinario que ampliaría sus funciones y facultades jurisdiccionales, hasta el punto de destituir e inhabilitar servidores públicos elegidos por voto popular.
Además, se crearían 500 puestos de trabajo extras en la Procuraduría General de la Nación, algo que le costaría al Estado unos 87 mil millones de pesos.
¿Un favor para el fiscal?
Como si esto no fuese suficiente, recientemente se conoció la noticia del nombramiento oficial de la hermana del fiscal general, Francisco Barbosa, como asesora del grupo de Cooperación y Asuntos Internacionales de la Procuraduría.
María Paula Barbosa Delgado, como es su nombre, se habría titulado en Comunicación Social y Periodismo, y tendría una especialización en Gestión Humana.
Este nombramiento revelado por WRadio y ejecutado por la procuradora Margarita Cabello a finales del pasado mes de abril, ha sido considerado un nuevo caso de nepotismo del gobierno que parece estar pagando sus favores políticos con cargos públicos.
El gobierno de Iván Duque se ha caracterizado por aplicar, en numerosas ocasiones, un “enroque” político, donde sus funcionarios se mueven de un cargo a otro dentro del mismo tablero.
Además, los entes de control y el ente acusador son llamados “de bolsillo” al ser todos afines a su gobierno, abandonándose así las garantías de imparcialidad y de justicia.