El periodista e investigador Julián Fernando Martínez Vallejo aseguró que la inteligencia colombiana continúa al servicio del expresidente Álvaro Uribe Vélez. Esto, después de que el senador Iván Cepeda advirtiera que la inteligencia militar estaba haciendo trabajo sucio.
En su libro, chuzaDAS, Martínez revela graves delitos como asesinatos, amenazas y espionaje, en que se hace uso de los poderes de inteligencia del Estado para responder a intereses personales de los dueños del gobierno de turno.
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Inteligencia al servicio de Uribe
Demuestra, mediante una investigación rigurosa, la voraz persecución contra el poder judicial, miembros de la Corte Suprema de Justicia, y todos aquellos, incluyendo periodistas, que ahondaran en los vínculos del gobierno y de políticos de su bancada con organizaciones paramilitares.
Según la denuncia del senador Iván Cepeda, reproducida y profundizada por Martínez, esa época de terror y de injusticia en la historia del país habría regresado para favorecer al expresidente de la República Álvaro Uribe Vélez.
La “filtración de algunos informes”, el dominio de entes de control, “crímenes de policía secreta”, fabricación de pruebas, montajes judiciales, entre otros, denuncia Martínez a través de su cuenta de Twitter.
La gravedad de la acusación radica en que los intereses personales de miembros del gobierno estarían confundiéndose con intereses del Estado, convirtiendo en objetivos a todos aquellos que se declaren en oposición o que denuncian públicamente a algunas personalidades.
En este caso específico, Julián señala que a quienes Uribe señala como enemigos comienzan a ser víctimas de persecución por parte de los poderes del Estado.
De modo que la fabricación de pruebas conduce a que las víctimas se conviertan en victimarios, y quienes denuncian, se conviertan en investigados por las autoridades bajo las órdenes del Ministerio de Defensa de la Nación.
“Hoy la inteligencia militar del mindefensa ejecuta esta práctica criminal contra las mismas personas que Uribe declara como enemigos.”
Resaltó.