Después de las elecciones en Medellín, un turbio asunto ha salido a la luz, involucrando a la empresa de telecomunicaciones Tigo-Une. Todo comenzó cuando el actual alcalde de la ciudad, Federico Gutiérrez tomó posesión de su cargo.
El congresista Alejandro Toro denunció que en los días posteriores a las elecciones, surgió una nueva empresa en escena: Towernex Colombia. Registrada con un capital de apenas 2 millones de pesos, esta empresa tenía un objetivo muy específico: el sector de las telecomunicaciones.
Supuestas irregularidades en el contrato que firmó Tigo-Une
“Por allá en enero Tigo-Une decide que se debe vender 1132 antenas para capitalizar ese mal negocio que hicimos nosotros los antioqueños entre Milicom y EPM ¿Y adivinen quién se gana ese contrato de 300 mil millones de pesos? Towernex Colombia”, explicó el representante a la Cámara de Antioquia durante su intervención en el Congreso de la República.
La sorpresa llegó cuando se anunció que Towernex Colombia había sido la ganadora del contrato, valorado en la impresionante cifra de 300 mil millones de pesos.
Esto resultó altamente cuestionable para algunos sectores políticos de Medellín, dado que la empresa había sido creada apenas en noviembre del año anterior, con un capital bastante pequeño y un objetivo social que parecía poco concreto.
“Es decir, Tigo-Une le entregó un contrato de 300.000 millones de pesos a una empresa creada en noviembre con un objeto social hecho tipo sastre y con 2 millones de pesos de capital”, agregó Alejandro Toro.
Este acontecimiento ha dejado al descubierto una serie de irregularidades, incluyendo el desconocimiento de quiénes son los verdaderos representantes de Towernex Colombia.
Todo apunta a que esta empresa fue creada para servir a intereses particulares, en detrimento del patrimonio público, por lo que el congresista le solicitó a la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), encabezada por la directora Cielo Rusinque, junto con otros organismos de vigilancia y control a realizar las investigaciones pertinentes.
Dado el riesgo que representaba la pérdida de liquidez para Tigo UNE y su posible impacto adverso en EPM y en la ciudad, hace unos meses la Junta Directiva de Empresas Públicas tomó la decisión de inyectar capital a Tigo UNE por un monto de 300.000 millones de pesos.
De manera paralela, su socio Millicom también se comprometió a realizar una capitalización similar.
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