El reciente incidente de deportación de Claudia López, exalcaldesa de Bogotá, y la senadora Angélica Lozano en Venezuela, ha generado gran controversia y ha puesto de manifiesto la tensa situación política en el país vecino.
Ambas políticas colombianas, conocidas por su apoyo a la democracia y al centro político, viajaron a Venezuela con la intención de observar el proceso electoral. Sin embargo, al llegar al aeropuerto de Caracas (Maiquetía), fueron deportadas de inmediato, sin poder cumplir su misión.
La diplomacia colombiana fue expulsada de Venezuela
Claudia López, en declaraciones posteriores a su regreso a Colombia, relató cómo fue deportada primero a Lima y luego de regreso a Bogotá, gracias a la asistencia de la aerolínea LATAM.
“Mil gracias a LATAM que con mucha amabilidad me embarcó de regreso a Bogotá. De Caracas me deportaron hacia Lima y allí muy amablemente me embarcaron hacia Bogotá”, afirmó López. Su testimonio destaca la rapidez y falta de explicaciones por parte de las autoridades venezolanas en este procedimiento.
El acto de deportación no fue solo una cuestión administrativa. Para Claudia López, esto representó un intento de silenciar voces críticas y de apoyo a la oposición venezolana.
En un mensaje de solidaridad, López expresó su apoyo a la campaña de la oposición liderada por su amiga María Corina Machado. “¡La campaña libertadora de Venezuela no tiene reversa! El Régimen de Maduro termina, pese a todas las arbitrariedades contra sus ciudadanos, este domingo con una votación masiva y valiente”, declaró López, subrayando su esperanza en un cambio democrático en Venezuela.
Además, López reafirmó su amistad y apoyo incondicional a María Corina Machado, destacando los 15 años de relación y admiración mutua. “A mi adorada amiga María Corina, mi amor y admiración siempre. Ya son 15 años de amistad, de verte valiente y de apoyarte siempre. ¡Ni un paso atrás, siempre adelante! ¡Apoyemos la democracia en Venezuela desde donde estemos!”, agregó, enviando un mensaje claro de resistencia y esperanza a la comunidad internacional y a los venezolanos.
Angélica Lozano sintió la injusticia de la dictadura
Por su parte, la senadora Angélica Lozano también narró la odisea que vivieron desde su llegada a Venezuela.
Lozano explicó que nunca pudieron salir del aeropuerto y que enfrentaron un trato hostil y arbitrario por parte de las autoridades. “Aquí en el aeropuerto nos encontramos (…) nos quitaron los pasaportes durante hora y media, no nos dieron información, nos amenazaron porque no nos dejaron tomar el teléfono”, detalló Lozano, poniendo en evidencia las tácticas de intimidación utilizadas.
La senadora también mencionó la imposibilidad de contactar con el embajador colombiano, un derecho que se les negó durante su retención en el aeropuerto. “Yo tenía el número del embajador y no me permitieron llamarlo, nos embarcaron en un avión, no compramos este pasaje y nos están sacando”, explicó Lozano. Esta situación refleja una violación de los derechos diplomáticos y consulares, así como una clara falta de respeto a las normativas internacionales.
El hecho de que ambas políticas fueran deportadas de inmediato sugiere un nivel de control y censura extremo por parte del régimen de Nicolás Maduro.
Esta acción ha sido interpretada como un intento de evitar cualquier tipo de observación o reporte crítico sobre el proceso electoral en curso. La presencia de figuras internacionales en Venezuela, especialmente aquellas con una postura crítica, parece ser percibida como una amenaza por el régimen.
La respuesta de Claudia López y Angélica Lozano ha sido contundente y cargada de solidaridad. Ambas líderes han utilizado sus plataformas para denunciar el trato recibido y para expresar su apoyo incondicional al pueblo venezolano. Su mensaje ha resonado no solo en Colombia, sino a nivel internacional, donde la situación en Venezuela sigue siendo un tema de gran preocupación.
Finalmente, este suceso subraya la difícil situación en Venezuela, donde el régimen de Maduro ha sido acusado repetidamente de violar derechos humanos y de reprimir a la oposición.
La deportación de figuras internacionales como López y Lozano es un recordatorio del entorno represivo y del desafío que enfrenta la comunidad internacional para apoyar la democracia y los derechos humanos en Venezuela.