Un ambiente de tensión marcó la audiencia pública sobre la reforma laboral desarrollada en la Comisión Cuarta del Senado, presidida por la senadora Angélica Lozano.
La jornada, que buscaba escuchar diversas voces sobre el proyecto, se vio empañada por denuncias sobre la presunta obstaculización al ingreso de aprendices del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), quienes buscaban expresar sus preocupaciones y propuestas.
Tensión en el Senado: denuncian obstáculos para la participación de aprendices
Desde tempranas horas, un grupo considerable de aprendices del SENA se congregó con la intención de participar activamente en el debate. Sin embargo, según el congresista Alfredo Mondragón, se presentaron dificultades significativas para su acceso.
«La senadora Angélica Lozano ha impedido que ingresen los aprendices del SENA, solamente le permitió a algunos entrar«, afirmó Mondragón, calificando la situación como una «simulación» de escucha al pueblo colombiano.
El congresista añadió con vehemencia: «Solamente le permitieron ingresar a los empresarios para que sigan hablando en contra de los derechos laborales del pueblo colombiano. Aquí tiene a aprendices del SENA que no los deja entrar, pero cuando entra la gente de la ANDI, Fenalco, Asofondos, esos entran de una y con preferencias». Estas declaraciones encendieron las alarmas sobre la equidad en la participación dentro de estos cruciales espacios de discusión legislativa.
La voz de SINDESENA: exigiendo la «laboralización» del contrato de aprendizaje
En representación de los trabajadores y aprendices, María Fernanda Alfonso Vega, del sindicato de empleados públicos del SENA (SINDESENA), tomó la palabra para reconocer la masiva presencia y lucha de los aprendices.
«Un reconocimiento a ellos que han hecho presencia en las calles, en el Congreso, en las plazas públicas (…) informándose desde el día uno de la discusión de la reforma y que hoy son ejemplo de lucha y persistencia», expresó Alfonso Vega.
La principal exigencia de SINDESENA es la «recuperación del carácter laboral del contrato de aprendizaje» y la «modificación de la cuota de monetización«.
Alfonso Vega recordó que el SENA, en su esencia tripartita (trabajadores, empresarios y Gobierno), busca garantizar que los aprendices puedan mantenerse en sus procesos formativos. Argumentó que la reforma, en su concepción inicial, devuelve derechos a la clase trabajadora y esperanza a la juventud. «Solicitamos que se apruebe la laboralización del contrato de aprendizaje, porque le devolverá a la juventud obrera un trabajo digno», enfatizó, subrayando que esta no es una concesión, sino la restitución de un derecho arrebatado hace más de 23 años.
Impacto y beneficios: más allá de un apoyo, una devolución de derechos
Según SINDESENA, el proyecto de ley actual contempla esta recuperación del carácter laboral y propone una modificación en las cuotas de monetización a 1.5 salarios mínimos legales vigentes por cada aprendiz que una empresa decida no contratar.
Datos de diciembre de 2023 indican que el SENA reportó 368.754 aprendices con contrato de aprendizaje, siendo el 85.57% de estos suscritos por empresas grandes y medianas. Para las micro y pequeñas empresas, se plantea un incentivo gubernamental que cubriría el 25% del salario, fomentando así la contratación.
Alfonso Vega advirtió que la situación actual, donde el contrato de aprendizaje es considerablemente menos costoso que un contrato formal, ha llevado al reemplazo de empleos formales por aprendices, perjudicando tanto a trabajadores experimentados como a los jóvenes en formación.
«Recuperar el carácter laboral del contrato de aprendizaje es formalización laboral directa», afirmó, estimando que beneficiaría a unos 427.595 jóvenes, incluyendo aquellos con contratos de aprendizaje en instituciones distintas al SENA.
Esta medida implicaría el restablecimiento de prestaciones sociales, vacaciones, primas y el pago de recargos nocturnos y dominicales.