Durante la inauguración de la Zona Verde de la COP16, el presidente Gustavo Petro hizo fuertes declaraciones sobre la situación de la tierra en el Valle del Cauca, especialmente utilizada por la industria azucarera.
Según Petro, la concentración de tierras fértiles en manos de unos pocos propietarios y la dedicación de estas a un solo cultivo han forzado a campesinos e indígenas a buscar refugio en las selvas.
Alejandro Eder defiende a la industria azucarera
“La violencia expulsó al campesinado de donde se podía sembrar, bien sembrado. El campesinado, los indígenas, las comunidades negras, terminan saliendo hacia donde están las selvas, porque no tienen otra oportunidad para vivir”, afirmó el presidente.
Petro también criticó las condiciones precarias en las que viven estas comunidades, señalando que “en esos lugares no hay posibilidades de empleo o de estudio para los jóvenes” y que, al intentar protestar, a menudo enfrentan violencia.
“Les disparan una granada de gas a los ojos”, agregó, enfatizando que esta situación impide encontrar soluciones a la crisis climática.
En respuesta, el alcalde de Cali, Alejandro Eder, defendió la industria azucarera, de la que su familia es parte. Eder argumentó que el presidente “desconoce el empleo y el bienestar que genera ese sector de la economía para el Valle y para el país”.
“El comentario del presidente anoche no es nada nuevo, los colombianos ya lo conocemos… El Valle del Cauca se debe a la industria azucarera, que es la única circular que hay en Colombia”, sostuvo.
El alcalde también instó a mantener un diálogo basado en el respeto y la realidad, señalando que “cualquier discusión es posible, pero siempre desde el respeto”.
Además, hizo un llamado a enfocar la atención en las economías ilegales, que considera los principales destructores del medio ambiente en el país.
“No olvidemos que el principal destructor del medio ambiente en Colombia son las economías ilegales como el cultivo de la coca”, advirtió Eder.
Los gremios económicos del Valle se unieron para defender el sector azucarero, que genera más de 280.000 empleos en la región.
El sector agroindustrial beneficia a más de 50 municipios, produciendo energías limpias a partir del bagazo de caña, lo cual es suficiente para iluminar hogares y abastecer su propia operación.
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