Tan pronto llego el avión privado del Franco Ruso Pavel Durov las autoridades lo capturaron en el aeropuerto de Le Bourget a las afueras de Paris el pasado sábado 24 de agosto, el director general y cofundador de Telegram, fue detenido por las autoridades y hoy se enfrenta a los tribunales, su captura obedece a varios delitos que se cometerían a través de esta plataforma por su no cooperación con las autoridades para evitar estos delitos. Hoy resulta muy extraño que Durov llegara a Francia aun cuando era consciente de que existía una orden de captura en su contra, esta situación genero una respuesta diplomática de Rusia en tiempo récord.
María Zajarova, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia cuestionó la coherencia de las organizaciones no gubernamentales (ONG) occidentales en materia de derechos digitales.
Zajarova explicó que desde la Embajada de Rusia en París su equipo diplomático se activó una vez se enteraron de la detención de Pavel Durov, Sin embargo, la portavoz aprovechó la ocasión para recordar la reacción de diversas ONG internacionales cuando Rusia bloqueó Telegram en 2018, cuestionando un poco la doble moral, cabe resaltar que en el 2018 fue un bloqueo a la red social y en este caso estamos ante una detención del dueño de la red por delitos mayores.
Hoy despertamos con mucho revuelo en los medios franceses y en las redes sociales.
El franco-ruso Pavel Durov, director general y cofundador del servicio de mensajería segura Telegram, fue detenido tan pronto aterrizo en Francia el sábado por la tarde en el aeropuerto de Le Bourget y quedo bajo custodia policial. El dirigente fue objeto de una orden de registro emitida por la Oficina Francesa de Lucha contra la Violencia contra los Menores.
Las investigaciones que se adelantan hasta el momento se relacionan con fraude, tráfico de drogas, ciberacoso, apología del terrorismo, crimen organizado, fotografías de pornografía infantil, etc.
Pavel Durov está acusado de no cooperar con las autoridades judiciales para limitar o eliminar este tipo de delitos de su red Telegram. Conducta delictiva por la que podría tener hasta 20 años de prisión.
Pavel Durov, de 39 años, se dio a conocer en 2006 tras crear la red social rusa Vkontakte (VK). Todo un éxito, pero se ve obligado a abandonar Rusia tras negarse a facilitar a los servicios de seguridad los datos de los activistas europeos ucranianos. Junto con su hermano, desarrolló y lanzó en 2013 el servicio de mensajería segura Telegram.
Hoy en día, el servicio lo utilizan 950 millones de personas en todo el mundo y se espera que alcance los mil millones a finales de año. Su arresto provocó varias reacciones. Elon Musk dio un paso al frente para exigir su liberación. Por su parte, la embajada rusa pidió explicaciones a las autoridades francesas.
Recientemente fue liberado Julián Assange quien en una declaración para el periódico The Australian dijo: “No hay nada más injusto que un gobierno que miente a su gente sobre esas guerras, y luego pide a esos mismos ciudadanos que arriesguen su vida y sus impuestos por esas mentiras”, dijo. “Si una guerra está justificada, entonces digan la verdad y la gente decidirá si la apoya”.
En un comunicado Telegram indicó o que: “Telegram cumple con las leyes de la UE, incluida la Ley de Servicios Digitales: su moderación se ajusta a los estándares de la industria y mejora constantemente. El director ejecutivo de Telegram, Pavel Durov, no tiene nada que ocultar y viaja con frecuencia por Europa. Es absurdo afirmar que una plataforma o su propietario son responsables del abuso de esa plataforma. Casi mil millones de usuarios en todo el mundo utilizan Telegram como medio de comunicación y como fuente de información vital”.
Es como si Mark Zuckerberg creador de Facebook y dueño de WhatsApp también tuviera que responder por todos los delitos que se cometen al interior de esta plataforma, por ejemplo, todas las estafas que se hacen desde las cárceles de Colombia donde clonan el Whatsapp, este seria un tema legal por el que el dueño de la plataforma debería responder, corresponde igual en Francia donde las acusaciones obedecen a los delitos que se han cometido a través de la plataforma Telegram.
