Es tiempo de retomar…

En los últimos años, el partido liberal ha perdido credibilidad por decisiones en contra de las bases en las que fue creado y construido.

Escrito por: Juan Pablo Callejas

Una de las bases principales de nuestro partido es la gente, es la razón de querer reconstruir lo que hoy somos, de querer volver a los ideales de Rafael Uribe Uribe, de Jorge Eliecer Gaitán y de Luis Carlos Galán, los cuales no se representan desde la vista de militantes, de presidentes, de senadores, de representantes a la cámara, de gobernadores, de alcaldes, de diputados o de Concejales.

Los jóvenes tomamos cartas en el asunto, estamos tomando acciones, decisiones, luchando por nuestro partido, en busca de oportunidades en Colombia junto con nuestro partido.

Nos unimos a reconstruir el partido Liberal antes de que ya no halla tiempo, antes de que sea demasiado tarde.

Aportamos nuestra inteligencia, nuestra innovación, nuestra energía, nuestras ganas de vivir, nuestras ganas de decir todo, de decir la verdad sin miedo a callar por cuenta propia o porque nos callen.

Somos todos los de cada una de las ciudades, de cada uno de los municipios, de cada uno de los pueblos y de cada uno de los rincones de Colombia, los que tenemos que dar ese paso al cambio para bien, a volver ser un partido del pueblo para el pueblo, porque a veces  por el poder se olvidan de nosotros (el pueblo).

Vamos a ondear nuestras banderas rojas, con orgullo, con amor, con convicción, diciendo “nuestro partido es el partido de la gente, el partido liberal es del pueblo”.

Como decía Galán “Ni un paso atrás, siempre adelante“, es la frase que nos caracteriza porque no podemos dar un paso atrás para eliminar nuestro partido y olvidarlo, si no que seguir adelante con la construcción de nuestro partido.

Todos juntos sacaremos adelante nuestro país, en unión, hago un llamado a trabajar en grupo, a trabajar en equipo, no hablar de las falencias que tenemos, quedarnos de brazos cruzados y salir a abrir puertas en otros partidos hablando mal del nuestro.

¡Que viva nuestro glorioso partido liberal!. ¡A la carga!