El avión de la empresa brasileña Voepass era del fabricante franco-italiano ATR, filial de Airbus y Leonardo. Tras una caída repentina, se estrelló en Vinhedo, una localidad de 76.000 habitantes situada a unos 80 kilómetros al noroeste de São Paulo.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, declaró tres días de duelo nacional, deplorando un «trágico accidente». La Oficina francesa de Investigación y Análisis para la Seguridad de la Aviación Civil (BEA) anunció este lunes que participará en la investigación de este accidente apoyando al Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aeronáuticos de Brasil (Cenipa), el dispositivo implicado en el accidente. accidente habiendo sido fabricado en Francia.
“La credibilidad aeronáutica de Brasil corre riesgos en distintas partes del mundo, el avión de Voepass que se cayó el pasado nueve de agosto en Brasil, era un avión con antigüedad, que había presentado problemas técnicos” manifestó Santiago Gallo Ex Ministro de Relaciones Exteriores del Estado de Paraná, lugar de donde salió el avión.
Lamentablemente las 62 personas que viajaban en el vuelo perdieron la vida, 10 de las personas que murieron aun no han sido reconocidas, la presión para aclarar las causas del accidente son crecientes, todo apunta a que se congelaron las alas del avión, la congelación en vuelo puede “distorsionar el flujo de aire sobre el ala y afectar negativamente las cualidades de manejo”, según documentos de la Administración Federal de Aviación, provocando que un avión “ruede o se inclina incontrolablemente, y la recuperación puede ser imposible”.
El vuelo 2283, operado por la compañía brasileña Voepass, despegó a las 11.56 horas (14.56 GMT) de Cascavel, en el estado de Paraná (sur de Brasil), con destino al aeropuerto internacional de Guarulhos, en Sao Paulo.
Pluralidad Z entrevistó a Santiago Martin Gallo quien se encuentra en el lugar de la tragedia, Santiago es profesional y consultor en desarrollo sostenible y la cooperación internacional. Con más de tres décadas de experiencia, su trayectoria refleja un profundo compromiso con las causas globales y una determinación de transformar ideas en acciones concretas, impactando positivamente a comunidades y regiones de todo el mundo.
El avión se estrelló a las 13:25 horas en Vinhedo, a unos 80 kilómetros al noroeste de Sao Paulo, irrumpiendo en el jardín de una casa en una zona residencial. El avión era un bimotor del fabricante franco-italiano ATR, modelo 72-500, de doble hélice, de 27 metros de largo y con capacidad para 68 pasajeros. Fue hecho en Francia.
Según el sitio de seguimiento de vuelos Flight Radar 24, el avión voló durante casi una hora a 17.000 pies (5.180 metros). A las 13:21 comenzó a perder altitud y al minuto siguiente descendió bruscamente a 4.100 pies (1.250 metros).
La aeronave perdió contacto con la torre de control a las 13.22 horas, sin haber informado previamente de una «situación de emergencia» o de «condiciones meteorológicas adversas», según la Fuerza Aérea Brasileña.
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