Desde el Festival de Cine Americano en Deauville donde hacemos cobertura especial de la versión número 50 me quiero referir a una película documental que toca las alas de mariposa en un universo de transformación.
La historia inicia con una mujer que va al encuentro con su madre, quien se despide de la vida. En su viaje, descubre mucho más que el legado de su familia. Guiada por personas que cuidan de la naturaleza, a quienes llamó ‘Guardianes’, atraviesa montañas, selvas y las profundidades del océano, donde cada encuentro es una aventura y el tiempo parece desvanecerse. La bahía de mi vida, entrelaza la existencia humana con la naturaleza, revelando una danza entre el inicio y el final de la vida.
¿Podrá la hija descifrar el enigma que su madre le ha dejado?
La película documental “La Bahía de mi Vida”, dirigida por Mati Covarrubias, invita al público a una reflexión sobre la importancia de la interconexión entre todos los elementos de la naturaleza con la existencia humana. Es un trabajo cinematográfico que celebra la belleza del planeta y promueve la equidad, además de honrar la vida de las personas que se dedican al cuidado y preservación de la Naturaleza.
“De nuestra madre Tierra respiramos el aire, bebemos el agua y todo aquello que nos provee como fuente de alimento, desde el inicio hasta el fin de nuestra existencia.
Conscientes de la importancia de la naturaleza, hemos creado una historia entre la madre y la hija, que desde la sabiduría del amor se encuentran para despedirse de la temporalidad de la vida, ese breve espacio que todos bajo este cielo tenemos para existir y el llamado que nos hace la naturaleza” señala su directora, Mati Covarrubias.
Con banda sonora original, doblada al inglés y portugués, “La Bahía de mi Vida” posee una estética ejecutada con planos de cámara en mano, secuencias realizadas con ronin en terrenos complicados, imágenes con dron y tomas aéreas en vuelos desde un Cessna sobre una espectacular bahía de México. La producción incluye también momentos de navegación en barco e imágenes subacuáticas, así como animación digital y sonido directo, generando materiales en 6k y 4k.
Mati Covarrubias resalta, como “todo está entrelazado en una historia que nos remueve el corazón y nos lleva a la reflexión acerca de la importancia, el cuidado y de cómo honrar a las personas que cuidan la naturaleza, el medio ambiente y la Tierra que nos sostiene, la madre orgánica.
En este movimiento continuo y con la sabiduría que da la vida, como una última lección, una madre le enseña a la hija el valor y la importancia que tiene retornar a la naturaleza para podernos despedir bien en nuestro paso por la vida, impactar el universo en positivo, dejar un legado en las generaciones futuras e inspirar a otros a generar ese cambio de consciencia y dejar un mundo en donde sea posible coexistir”.
Una película documental dirigida a los amantes de la naturaleza y la conservación, también a quienes buscan desarrollo personal y espiritual, los interesados en inclusión y el feminismo positivo, científicos y educadores, amantes del cine documental y del viaje, así como a un público general que desee inspirarse en la naturaleza y su conexión con la vida.
Finalmente, su directora Mati Covarrubias señala que esta es “una película en donde se entrelaza la unidad entre la vida humana y la vida orgánica del planeta y se devela esa necesidad imperiosa de retornar a esta mirada y con amor incluirla en nuestros hábitos de vida, en nuestros hábitos de desarrollo cultural, económico y social, incluir en estos espacios lo que necesita el río, sumergir en nuestro universo cotidiano el cómo preservar el agua, incluir a la montaña y a los bosques dentro de nuestro desarrollo futuro para la humanidad entera.
“La Bahía de mi Vida” es una película inclusiva, impregnada de amor, que también abarca divulgación científica y reflexión sobre cómo opera la vida orgánica en el planeta para sostener la vida humana”.
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