Policías habrían utilizado un taser en partes íntimas de una joven en Bucaramanga

Policía usa taser en partes íntimas de una joven
Polémica por uso del taser en la Policía.

De acuerdo con las denuncias que circularon en redes sociales, una mujer de 21 años identificada como Liliana Rodríguez habría recibido fuertes descargas eléctricas provenientes de un taser en medio de un operativo policial de desalojo en Bucaramanga.

Un capitán de la Policía Nacional, según el testimonio de la afectada, habría puesto el taser en varias zonas de su cuerpo, incluyendo sus partes íntimas.

La denuncia por abuso policial

El video que se encuentra circulando en redes sociales muestra a una joven que intenta impedir la detención de un hombre y es sometida por varios uniformados de la Policía, todos hombres.

Pese a que ya se encontraba sujeta por los policías, el vídeo muestra cómo uno de ellos utiliza una pistola que provee descargas eléctricas, conocida como taser, en contra del cuerpo de la joven.

Dentro del forcejeo, el policía lleva el taser a la región de los órganos genitales de la joven para inmovilizarla mientras llevan detenido al hombre.

Según se dio a conocer por las denuncias de Liliana, el sitio de los hechos fue el parque de Las Cigarras en Real de Minas, Bucaramanga.

Allí, la policía adelantaba un operativo de desalojo contra los vendedores ambulantes de la zona.

La mujer intentó impedir que su hermano fuese detenido debido al exceso de la fuerza por parte de los uniformados, pero solo recibió lesiones y descargas eléctricas.

El mal precedente del uso del taser en Colombia

La mujer hizo la denuncia y organizaciones de derechos humanos han asegurado que respaldarán a la joven y tomarán medidas legales respecto a las acciones de la Policía.

El uso del taser se ha convertido en un tema polémico en Colombia luego de que policías sometieran a reiterados choques eléctricos a un taxista y un abogado en la ciudad de Bogotá y posteriormente fallecieran.

Además, se han conocido casos en que aun cuando el detenido ha sido sometido y reducido en el suelo, los policías continúan propinándole descargas eléctricas, lo que organizaciones de derechos humanos han calificado como una forma de tortura.