El analista y consultor Germán Bolívar-Blanco escribió para el diario La República, una breve columna de opinión que tituló “Pobre UniAndes”. El texto, que se refiere a la participación de la Universidad de los Andes en la coyuntura social actual, ha sido considerado clasista y arribista.
Muchos colombianos en redes, incluso, han promovido la no lectura de la nota del analista.
La columna de opinión y el rol de las universidades
La Universidad de los Andes, considerada la Universidad privada más importante del país, siempre se ha caracterizado por ser motivo de reconocimiento y prestigio entre los colombianos, pocos y poseedores de recursos, que pueden acceder a su educación.
Durante muchos años contrastó con universidades públicas que se inmiscuían en las problemáticas sociales, políticas y económicas del país, alzando sus voces en contra de la injusticia y manifestando, acuerdos o desacuerdos, con las medidas tomadas tanto al interior como por fuera del alma máter.
Pese a que la academia, dirían algunos, debería fomentar una postura crítica y analítica frente a los flagelos de la sociedad a la que deben retribuir sus conocimientos, otros consideran que su misión y propósito se limita al contexto académico de las aulas y los estantes.
Algo similar expone la columna de Germán Bolívar-Blanco, que considera que la participación activa de la Universidad de los Andes en el estallido social que vivimos junto a las declaraciones del rector, en que responsabiliza al gobierno de los abusos de la fuerza y propone la satisfacción de las necesidades de la población, son el resultado de la demagogia, la retórica, la beligerancia y el espíritu contestatario proanárquico.
Lo curioso es que, identifica estas características como “propias de los planteles públicos” y que constituyen el comportamiento de la “pseudo-academia”. Algo que, en su concepto, ha deteriorado la imagen, la clase y el prestigio de la Universidad privada de los Andes.
Este lenguaje, descuidado en sus comparaciones, que podría caer, incluso, en lo despectivo respecto a la educación pública y sus hijos, ha llevado a que muchos de los lectores lo califiquen como un discurso clasista y arribista que sostiene que una universidad como la de los Andes, no debería participar de debates nacionales para no parecer una Institución pública colmada de pseudo-académicos.
Reacciones
Estos han sido algunos de los comentarios que ha suscitado la columna de opinión:
Armando en paro: El que escribió la dizque columna “Pobre UniAndes” tiene que estar muy sesgado para creer que todo lo que escribió. Ahora la universidad privada más importante del país no puede opinar sobre la coyuntura política que vivimos.
Kevin Ortíz G: Ahora una vieja salió con que Alejandro Gaviria era el pupilo estrella de Juan Manuel Santos y que por eso la Pobre UniAndes se había convertido «en un nido de guerrilleros y comunistas».
