Un impacto negativo han sentido en sus ingresos los comerciantes y vendedores ambulantes en Playa Blanca, debido a la reducción en el flujo de turistas por el cobro excesivo en productos y servicios. Las mojarras a COP $500 mil, gaseosas a $30 mil y cervezas a $50 mil aburrieron a los turistas locales y extranjeros.
Esta problemática ha ocasionado que los turistas que vienen estén más alertas o eviten ser atendidos por los nativos, para evitar ser estafados a la hora de comprar un producto.
Turistas no quieren ir a Playa Blanca
En entrevista con Noticias Caracol, una turista de Bogotá explicó las estrategias que ha aplicado para evitar ser estafada: “Nos toca aprender a negociar, pues lógicamente por ser turistas nos elevan demasiado los precios, por eso toca siempre preguntar antes de consumir cualquier producto”.
Cabe resaltar que después de la pandemia las estafas a turistas ha sido lo más grave que les ha pasado a las personas que dependen del turismo en esta zona para sobrevivir.
“La situación aquí está en crisis, porque los guías traen a los turistas a que no se hagan nada y entonces cómo vamos a comer uno si nosotros vivimos del turista. Y ellos pueden decirle que tenemos unas cartas y que pregunten los precios para que vean ustedes que no tienen problemas con las masajistas ”, dijo Débora Julio a Noticias Caracol quien se dedica a la profesión de masajista.
Preocupados por la disminución de visitantes a Playa Blanca, un grupo de jóvenes trabajadores creó una canción que invita a los nativos a cuidar al turista y también a los visitantes que sigan viniendo.
La canción que ya cuenta con un video promocional dice lo siguiente: “Sí se puede y lo vamos a hacer. En la unión de las personas es donde está el poder. La vamos a querer, la vamos a cuidar y que no quede duda que la vamos a limpiar. No más precios altos, estamos comprometidos, para brindar un buen servicio por eso estamos unidos”.
Sin embargo, a raíz de las denuncias de los visitantes, los nativos aunque han sentido la merma de ingreso, hoy trabajan con mucha más energía en pro de solucionarlo para evitar que el sustento de más de 2 mil personas que dependen de los servicios que ofrecen en Isla de Barú, no se siga viendo en peligro.
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