Los ‘niños ricos’ llegan en autos de lujos a la Universidad de los Andes

Los estudiantes acuden a sus clases en costosos autos de lujo.
Los estudiantes acuden a sus clases en costosos autos de lujo.

En los últimos días la Universidad de los Andes ha dado de qué hablar, debido a que vehículos de alta gama han sido vistos en sus instalaciones. Los niños ricos disfrutan de sus autos de lujos en el segundo país más desigual de Latinoamérica. La vida ‘sencilla’ del magnate colombiano Luis Carlos Sarmiento Angulo.

A través de unos videos que se encuentran circulando en redes sociales, se ha podido observar que algunos alumnos llegan a la Universidad de los Andes en Ferrari, Chevrolet Corvette C7 Gran Sport y Mercedes Benz.

Autos de lujo en Ferrari
Estudiantes de los Andes llegan en autos de lujo a su universidad.

Los niños ricos disfrutan de sus autos

La grabación no solo causó asombro, pues algunos internautas se mostraron bastante indignados ante el arribismo de estos estudiantes. Algunos comentarios que se pueden leer son: “tan humildes”, “hijos de papi y mami”, “mientras tanto los de la Nacional van en bici”, entre otros.

Según la revista Cambio, el Ferrari blanco que se puede ver en el clip, con un motor 3.9 V8 biturbo que va 0 a 100 km/h en 2.9. Tiene un precio que supera los $1.700 millones de pesos. A su vez, el Chevrolet Corvette C7 Gran Sport, cuyo precio supera los $600 millones de pesos en Colombia.

Por otra parte, el Mercedes-AMG GT azul, que paralizó a los transeúntes, tiene un valor de $800 millones de pesos. Sin embargo, la revista Cambio también investigó a los propietarios de los carros y logró establecer quien es uno de ellos.

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De acuerdo con la investigación, el Ferrari está a nombre de la señora Rolnary Romero, quien sería contratista del Estado, pues según lo citó Cambio, esta mujer suscribió dos contratos con Corporinoquía por $225 millones de pesos en procesos relacionados con servicios ambientales.

En la Agencia Nacional de Contratación Pública-SECOP, se puede leer que: “El objeto del contrato era realizar la interventoría en dos procesos relacionados con servicios ambientales”.

La maraña de contratos continúa, ya que al parecer la señora Romero está casada con Mauricio Hernández, con quien tiene una empresa familiar de interventoría ambiental y también ha sido contratista del Estado.

En su momento, Hernández se vio involucrado en una investigación, en la cual señalaban que él y un grupo de contratistas estuvieron a cargo de una obra en Choachí, Cundinamarca, que tras algunos meses, presentó grietas.

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