El Juzgado 11 Civil del Circuito de Barranquilla declaró terminado el contrato de leasing financiero entre la Universidad Autónoma del Caribe (UAC) y el Banco Davivienda, debido al incumplimiento en el pago de los cánones pactados. Como resultado, ordenó la restitución de cuatro sedes universitarias a la entidad bancaria.
El contrato de leasing fue firmado el 30 de marzo de 2016 con una duración de diez años y pagos semestrales variables.
La Universidad Autónoma del Caribe tendrá que devolver algunos de sus inmuebles
Sin embargo, ante el incumplimiento, el juzgado ordenó la restitución de los inmuebles en un plazo de cinco días tras la ejecutoria de la sentencia, la cual será llevada a cabo por la Inspección General de Policía.
Según la sentencia, revelada por el portal Zonacero, la UAC deberá entregar los siguientes inmuebles: el edificio principal ubicado en la carrera 46 No. 88-68, un edificio de parqueaderos en la carrera 49C No. 88-23/41/55, un inmueble en la calle 88 No. 46-207 y el edificio de postgrados en la calle 90 No. 46-202.
La deuda por cánones vencidos supera los 5.578 millones de pesos.
A través de un comunicado posterior, la Universidad Autónoma del Caribe se pronunció sobre el fallo, aclarando que hasta el momento no ha sido notificada oficialmente ni por el juzgado ni por el Banco Davivienda.
Además, la institución precisó que en el caso se relacionan únicamente dos inmuebles: el parqueadero y el edificio multipropósito, sobre los cuales se han interpuesto oportunamente los recursos legales correspondientes.
La universidad también aseguró que su equipo jurídico continúa adelantando acciones judiciales para restablecer los derechos de la institución sobre los bienes involucrados y proteger sus activos en medio del proceso con la entidad bancaria.
Este nuevo revés legal representa un golpe para la imagen de la universidad, que desde hace años enfrenta una profunda crisis financiera y académica, marcada por escándalos de corrupción, intervención estatal y procesos judiciales contra exrectores.
La caída en las matrículas, los retrasos en el pago de salarios y el incumplimiento con proveedores reflejan el difícil momento que atraviesa una institución que fue referente educativo en la región Caribe.
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