Durante la mañana de hoy, el senador Iván Cepeda reveló a través de su cuenta de Twitter que la Comisión de paz haría presencia en Cali como garantes para que se respeten los derechos humanos.
Iván Cepeda, Roy Barreras, Antonio Sanguino, Sandra Ramírez y David Racero viajan para contribuir con el cese de la violencia en la capital del Valle del Cauca.
La violenta situación de Cali
Cali es hoy la ciudad más golpeada por la violencia en el marco del paro nacional indefinido.
Desde el pasado 28 de abril, en que iniciaron las movilizaciones masivas en todo el país, Cali comenzó a registrar disturbios y enfrentamientos, en su mayoría provocados por miembros de la Fuerza Pública.
Durante las noches en barrios como La Luna y Siloé, muchos de los jóvenes manifestantes resultaron asesinados, heridos y desaparecidos en medio de las batallas campales entre uniformados armados con armas letales y manifestantes desarmados.
Infiltraciones cruzadas
Posteriormente, la ciudadanía comenzó a denunciar la presencia de civiles armados, con chalecos antibalas y encapuchados, que disparaban contra los manifestantes y parecían ser protegidos por los policías.
Surgió la hipótesis de que había policías infiltrados y armados en las manifestaciones, que pretendían abrir fuego contra los manifestantes para que estallara el orden público y la ola de violencia entre la “ciudadanía”.
De esta manera, el gobierno y la Fuerza Pública podrían justificar los abusos de fuerza y la supresión de la protesta social.
Con la llegada de la Minga Indígena, fueron varios los infiltrados confesos que lograron ser retenidos; no obstante, supuestos civiles desde camionetas disparaban en contra de los manifestantes y de los indígenas miembros del CRIC.
De acuerdo con las denuncias, se teme que haya infiltración del paramilitarismo en contra del pueblo y de quienes se hacen pasar por indígenas armados para recrudecer la violencia.
Mediación
Todo ello, junto al cierre de fronteras en el Valle del Cauca decretado por el gobierno, ha llevado a que la situación en Cali sea insostenible.
Como garantía de respeto por los derechos humanos, el derecho a la protesta pacífica y para procurar el cese de la violencia, los congresistas harán presencia en Cali y mediarán entre manifestantes y la Fuerza Pública.