El periodista colombiano Gonzalo Guillén, reveló hace pocas horas a través de su cuenta personal de Twitter, información importante sobre lo que ha investigado con respecto al supuesto atentado terrorista del carro bomba en una Brigada del Ejército en Cúcuta.
Según lo que publicó, la camioneta pertenece a un excandidato del uribismo para la gobernación del departamento de Norte de Santander, y el explosivo pentrita, que habría sido encontrado en la tapicería interna del vehículo, es un explosivo militar.
El carro bomba en Cúcuta
Hace un par de días, Colombia conoció la noticia de un supuesto atentado terrorista que consistió en un carro bomba que habría ingresado sin problemas a las instalaciones de la Brigada 30 del Ejército Nacional en la ciudad de Cúcuta.
El vehículo era una camioneta marca Toyota, en cuyo interior fueron encontrados 30 kg de tetranitrato de pentaeritritol, conocido popularmente como pentrita: un explosivo sensible al choque y la fricción utilizado por Instituciones Militares.
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El carro es de un reconocido político uribista
De acuerdo con la investigación adelantada por el periodista Gonzalo Guillén, la concesionaria Toyota de la ciudad de Cúcuta habría registrado la venta de la misma camioneta que explotó al interior de la Brigada del Ejército solo tres días antes del supuesto atentado.
La venta fue realizada por un valor de 200 millones de pesos con lo que el vehículo pasó a ser propiedad de Juan Carlos García Herreros, un excandidato a la gobernación de Norte de Santander por cuenta del uribismo con el Partido Centro Democrático.
El explosivo habría sido producido por INDUMIL
Además, el explosivo pentrita, encontrado el interior de la camioneta, es un explosivo militar que no requiere de un detonante.
Según la investigación de Guillén, este explosivo en Colombia es producido por INDUMIL, la Industria Militar de Colombia encargada de producir, fabricar y comercializar municiones, armas y explosivos en el país por mandato constitucional.
Esta investigación fortalece la hipótesis que ya circula entre la población de que se habría tratado de un “autoatentado” como estrategia del uribismo para generar miedo y vender seguridad, y no un atentado terrorista del ELN o disidencias de las FARC como señaló el ministro de defensa Diego Molano.
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