Los residentes de más de 15 barrios del norte de Bogotá se han visto afectados por una nueva ruta aérea. Según sus declaraciones al día pasan sobre sus casas más de 150 aviones.
Los vecinos aseguran que han contado en una sola hora el paso de hasta 9 aeronaves. Según ellos la situación se presenta desde las 5 de la mañana hasta las 12 de la noche.
Los aviones generan estrés auditivo
“Desde la primera semana de enero empezaron a pasar aviones sobre este sector. En esta zona nunca habían pasado aviones. Estamos muy cerca de los cerros y pasan muy bajitos. Estamos teniendo problemas de trastorno de sueño”, comentó Claudia Estrada, residente del barrio Santa Bárbara, uno de los más afectados por esta situación.
Según las declaraciones de Claudia los afectados se anticipan a la llegada del problema generado por esta ruta aérea, a través de una aplicación que mide y marca la trayectoria de las aeronaves.
A pesar de las precauciones que han tomado, la mujer aseguró que “el ruido es bastante fuerte. Hay gente del sector que se queja porque le vibran cosas en su apartamento”.
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Los residentes no se han quedado con los brazos cruzados, por lo que interpusieron un derecho de petición a la Aeronáutica Civil y a la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), con el objetivo de encontrar una solución a la problemática generada por la nueva ruta aérea.
La Aeronáutica Civil explicó que el cambio tiene que ver con la construcción de la segunda pista del aeropuerto El Dorado y que los horarios de operación se están cumpliendo al pie de la letra, pero reconoció que hubo cambios en las rutas aéreas.
“A través de las rutas aéreas de salida del aeropuerto internacional El Dorado vuelan las aeronaves que despegan por la pista norte y la pista sur hacía la ciudad de Bogotá y realizaron un viraje en dirección norte. Estos procedimientos están sujetos al cumplimiento de lo establecido en las cartas de navegación aérea para el espacio aéreo del aeropuerto El Dorado”, señaló la entidad.
En ese sentido, ANLA en respuesta a la comunidad aclaró que el aérea de influencia del plan no incluye al barrio Santa Bárbara Occidental. En cuanto al ruido explicó que se están cumpliendo con los estándares máximos de zonas residenciales de 65 decibeles en el día y 55 en la noche.
Por su parte, los residentes dicen otra cosa. “Muchas personas trabajamos acá, esta es nuestra oficina y nos vemos obligados a interrumpir nuestras reuniones también por el ruido”, aseveró Claudia.
Según los denunciantes, esta situación también ha generado que solo puedan dormir cinco horas, problemas de concentración y el ruido tiene en vilo a los enfermos ingresados en clínicas de la zona.
La científica colombiana María Taboada le dijo a este medio que la salud de estos ciudadanos puede estar en riesgo: «Hay evidencia científica que relaciona la exposición al ruido con alteraciones en la salud, como perturbación del sueño, alteraciones en las funciones cognitivas, generación de estrés y daños auditivos«.
Taboada investiga sobre los efectos negativos del ruido en la población de la Región Caribe. «Sin embargo, en Colombia, los estudios al rededor del tema son escasos».
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