En Colombia se sigue exterminando impunemente a los líderes sociales y ambientales

Asesinato de líderes sociales en Colombia
Asesinato de líderes sociales en Colombia.

La creciente ola de violencia en Colombia parece no tener fin ante la impunidad que se permite desde el gobierno nacional respecto a los crímenes de lesa humanidad que se siguen cometiendo a lo largo y ancho del territorio nacional.

Líderes sociales, ambientales y activistas son silenciados y asesinados por distintos actores sociales sin que se garanticen sus derechos fundamentales.

Iván Duque ocupado para asistir a diálogo con el Congreso sobre seguridad de líderes sociales
Iván Duque es fuertemente criticado por quienes le señalan de indiferente ante muerte de líderes sociales.

La violencia en Colombia

Colombia es un país que ha tenido que sufrir la violencia durante muchos años. El conflicto armado que tomó por rehenes a los ciudadanos y campesinos continúa manifestando sus secuelas aun después de la firma de los Acuerdos de Paz de La Habana.

La poca implementación de los Acuerdos de Paz, la continua desacreditación de las Instituciones de justicia transicional, la apología a la violencia, la impunidad, han puesto en grave riesgo a los líderes y lideresas sociales del país que son oposición y que levantan sus voces en contra de la injusticia.

Grupos armados ilegales cometen toda clase de delitos sin que la justicia actúe con severidad, a su vez que se las mismas fuerzas de seguridad vulneran los derechos humanos protegidos por la Constitución de 1991.

Desde el año 2019, el incremento en las cifras de líderes sociales asesinados de manera sistemática es alarmante, e incluso, los líderes indígenas están siendo exterminados en la Colombia profunda.

No hay respuesta del gobierno

Pese a las manifestaciones sociales, a las protestas de la Minga indígena exigiendo protección por parte del Estado, y pese al clamor de la población colombiana, el gobierno nacional ha respondido de manera lamentable, sin garantizar la protección de la vida y del bienestar de los líderes y sus familias.

La justicia no se ha pronunciado con respecto a los responsables de los crímenes de lesa humanidad, y en algunos casos, la misma Fuerza Pública participa de tales atrocidades.