Blas de Lezo, conocido como el “Mediohombre” debido a sus mutilaciones en batalla, es una figura histórica clave en Colombia. Un hombre con pensamientos ‘delirantes’ cambió la historia del continente americano.
Su victoria sobre los ingleses en 1741 durante la defensa de Cartagena de Indias es un episodio crucial que marcó la historia del país.
Este artículo explora cómo Blas de Lezo, con astucia y valentía, logró derrotar a las fuerzas inglesas, asegurando así la soberanía de la región.
La batalla en Cartagena de Indias
La batalla de Cartagena de Indias se libró en el contexto de la Guerra del Asiento. Los ingleses, liderados por el almirante Edward Vernon, llegaron a la ciudad con una poderosa flota de 200 barcos y 30,000 hombres. En contraste, Blas de Lezo disponía de apenas seis barcos y 3,000 hombres.
A pesar de esta desventaja, Lezo implementó tácticas defensivas ingeniosas, como hundir barcos para bloquear el acceso al puerto y utilizar las fortificaciones de la ciudad de manera estratégica.
La batalla se extendió por 67 días, durante los cuales las fuerzas de Lezo resistieron con tenacidad. Finalmente, la combinación de la resistencia férrea y las enfermedades tropicales que afectaron a los ingleses llevó a la retirada de Vernon, consolidando una victoria decisiva para los españoles y colombianos.
Los ingleses se vieron afectados porque en la isla de Tierra Bomba (al frente de Cartagena) los mosquitos, el fango, un terreno áspero, les quitaba tiempo y hombres para seguir avanzando hacia la conquista de Cartagena.
Impacto de la victoria en Colombia
La victoria en Cartagena de Indias tuvo profundas repercusiones. En el corto plazo, frenó la expansión inglesa en América del Sur y reafirmó el control español sobre la región.
A largo plazo, la batalla se convirtió en un símbolo de resistencia y valentía para los colombianos.
La figura de Blas de Lezo es recordada con orgullo, y su hazaña es enseñada en las escuelas como un ejemplo de patriotismo y estrategia militar.
Además, la victoria fortaleció la identidad nacional y consolidó la importancia de Cartagena como un bastión de la historia colombiana. Testimonios de la época y documentos históricos resaltan la admiración y respeto que Blas de Lezo generó, no solo entre sus contemporáneos, sino también en generaciones posteriores.
El Castillo de San Felipe se volvió en la infraestructura principal para liquidar con malicia indígena a los ingleses.
El historiador Álber Vázquez señala que “cualquiera en su sano juicio se habría rendido de inmediato. Cualquiera excepto Lezo, Mediohombre, el estratega más genial de todos los tiempos.”
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