El empresario Juan Pablo Toro, reveló que fue víctima de una ingeniosa modalidad de estafa a través de las plataformas digitales. La compañía perdió casi $200 millones.
“Nos estafaron con casi $200 millones y no pudimos hacer absolutamente nada. Pensamos que los robos solo suceden en Bogotá, Cali o Medellín, pero no. Aquí en el Eje Cafetero sucede, y aquí en Manizales nos pasó a nosotros”, dijo Toro.
Estafa de ingeniería
A través de un video publicado en TikTok el empresario contó que todo inició con un mensaje de WhatsApp a uno de los empleados de la compañía: “Tenemos una empresa que hace obras eléctricas y civiles. Hace un par de meses uno de nuestros clientes más antiguos contactó a uno de nuestros ingenieros para solicitarle un material específico: cable”.
El cliente les explicó que los había escogido como proveedores porque no tenía tiempo de registrarse en otra empresa. Como era de confianza, decidieron realizar la orden de compra desde un correo corporativo.
“Mandamos la cotización y nos reenviaron una orden de compra con ese material a Ibagué. Cuando nosotros fuimos hacer el cobro, el cliente nos dice ‘yo no les he pedido ningún material’. A lo que respondimos: ‘pero aquí están las órdenes de compra’”, agregó Toro.
Las órdenes de compra nunca fueron solicitadas por el cliente: “Nos damos cuenta inmediatamente que es una estafa muy bien planeada porque desde el inicio se contactaron con el director técnico de la empresa. El ingeniero de nosotros empezó hablar por WhatsApp con él, tenía una foto corporativa con los logos, tenía WhatsApp Business, hablaba con los términos técnicos adecuados, lo que nos daba a entender que del lado del cliente había un ingeniero que nos estaba pidiendo muy bien el material”.
Los estafadores tenían conocimiento que el cliente era de confianza, por lo que los empresarios nunca llamaron al gerente de la empresa para corroborar la información.
El empresario comentó que al revisar lo sucedido se dieron cuenta de los errores que habían cometido en medio de la supuesta venta: “esa persona no existía, el correo era falso, los logos de la empresa estaban pixelados y nos dimos cuenta que ellos no tenían nada en Ibagué”.
El joven empresario explicó que decidió hacer el video para que sus colegas o emprendedores mejoren la seguridad informática de sus empresas y no se conviertan en una víctima más de esta modalidad de estafa, pues la Fiscalía no puede hacer nada en estos casos.
“Ya no vienen con un revólver, son delitos que están mucho más especializados y uno cree que eso no sucede acá. Lo más triste de todo es que la ley en estos casos no funciona. Fuimos a la Fiscalía y nos dijo que si no tenemos ciertas pruebas no van a poder hacer nada”, concluyó.