Una empresa colombiana fabricante de productos cosméticos y de aseo llamada Scalpi, negoció 5.5 millones de vacunas de la marca rusa Sputnik V para ser comercializadas en el país. Sin embargo, el gobierno les ha negado la licencia, incluso pese a que en Colombia se comienzan a agotar las vacunas.
Los empresarios creen que todo responde a un sesgo político del gobierno nacional por tratarse de la vacuna rusa.
Pfizer, AstraZeneca y Sinovac no negocian con privados
El gobierno, en voz del ministro de Salud, Fernando Ruiz, manifestó meses atrás que autorizaba la comercialización de las dosis de vacunas por parte de las empresas privadas.
Esto con la intención de que se agilizara el proceso de vacunación en el país, y que quienes pertenecían a la última etapa, según el plan nacional de vacunación, pudiesen acceder al antídoto por otros medios.
No obstante, luego de que se diera la autorización, las casas farmacéuticas productoras de las vacunas de Pfizer BioNTech, AstraZeneca Oxford y la china, Sinovac, negaron cualquier posibilidad de que la vacuna sea negociada con privados, solo serían negociadas con los gobiernos.
Pese a ello, vacunas alternativas que requirieron de fondos internacionales para su fabricación y producción, sí pueden ser negociadas con empresas privadas, como es el caso de la vacuna Sputnik V proveniente de Rusia.
Colombia no aprueba la vacuna rusa
Desde que la vacuna rusa comenzó a ser suministrada, el gobierno nacional negó cualquier interés en adquirirla, pero la empresa privada colombiana Scalpi logró negociar un lote de 5.5 millones.
Hoy en día, aun cuando las vacunas comienzan a escasear en el país y el proceso de vacunación se ha visto entorpecido, las autoridades sanitarias como el INVIMA se niegan a otorgar la licencia a la Sputnik para que sea distribuida a los ciudadanos, pese a que ya se ha hecho llegar toda la documentación requerida con meses de anticipación y cuenta con una eficacia demostrada del 92.5%.
Sputnik ya ha sido aprobada en más de 60 países en el mundo, incluyendo Alemania, mientras que, en Colombia, probablemente por un tema político, no han admitido su utilización, según lo que afirmó la vicepresidente financiera de Scalpi, Andrea Ariza.
Por lo que hay más de 5 millones de vacunas en Colombia, sin licencia para usarse.
