Con las maletas llenas de vestuarios, escenografías y el deseo de hacer las mejores funciones, los integrantes del Teatro Barra del Silencio están recorriendo las salas del país.
Este 18 de julio se inició el viaje teatrero que espera recorrer Bogotá, Tunja y Duitama con tres obras de lujo. Entre los corre corre y la emoción que genera emprender cualquier aventura, está la clara intención de hacer de este un intercambio de saberes en la practica teatral y seguir tejiendo lazos colaborativos a nivel nacional.
La primera parada en el Teatro Centro García Márquez – El original – de Bogotá para presentar en el marco del lll Festival de Teatro y Danza la obra “Rodando por la vida”, un trabajo que rinde honor a la elocuencia del silencio.
Puede ser llamado teatro físico, teatro gestual, teatro corporal, teatro no verbal y hasta pantomima, lo importante es que es teatro para llegar al alma, ya que el mundo está más allá del cuerpo, donde se abre espacio a los sentimientos y las emociones.
También allí, en el marco del 13° Festival de Monólogos se presentará la obra “Al calor del hogar”, una comedia que fluye entre una mujer prototipo de esta sociedad de consumo con el dilema de no saber si divorciarse o seguir casada, y un drama para recapacitar sobre los valores sociales en los que se ha desenvuelto una sociedad machista tradicional.
Luego en el Teatro Popular de Tunja, Sala Teatral Casa se presentará la obra “Pachito, el silleterito”, la historia de un niño que en plena Feria de las Flores quiere desfilar con sus compañeritos en el desfile de silleteritos, pero su papá, don Guiñol, no tiene plata para comprar las flores necesarias para hacer la silleta. Luego de muchas dificultades, gracias al amor y sabiduría de su mamá que siempre resuelve las dificultades, Pachito logra su sueño de poder estar en el desfile.
«Teníamos una invitación para el festival del Monólogos por el Teatro García Márquez y aprovechamos para viajar a Tunja y Duitama», dijo la actriz de teatro Ana Mejía.
Y la última parada será en Duitama, en el Centro Cultural Atabanza, donde también disfrutaremos de la obra “Pachito, el silleterito”. Una forma de llevar a otros municipios la tradición silletera de Medellín y compartir una cultura que nos acerca.
«Seguimos caminando los senderos del país para continuar gritando a toda voz ¡Qué viva el teatro carajo!», dijo el Teatro Barra del Silencio.