Diferentes criminales de talla internacional han elegido esconderse de la justicia en Colombia. Se conoce la presencia de mafias italianas; mafia albanesa, que se encuentran en el Cauca y Nariño; la existencia de narcos mexicanos en el Catatumbo, Nariño y Valle del Cauca; además, de estructuras de la mafia china que está incursionando en minería ilegal de oro.
Al parecer estos criminales optan por Colombia, debido a que, ha sido evidente que es muy fácil que las estructuras criminales permeen con facilidad las instituciones oficiales. Por lo tanto, consideran que es cómodo empezar una nueva vida, con una nueva identidad y nacionalidad.
A su vez, la falta de vigilancia en las fronteras, la corrupción y la impunidad, porque la justicia no funciona como debería; hacen de Colombia un sitio aún más atractivo para estos criminales. Además, utilizan las organizaciones ilegales para esconderse y mantenerse distante de las autoridades.
La mayoría de estos criminales no tienen nada en común: solo haber elegido a Colombia para esconderse de la justicia de sus países. Al territorio han llegado: pedófilos, traficantes de drogas, comercializadores de metales preciosos, ladrones, mafiosos, entre otros.
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Los criminales de talla internacional que han residido en el país
Uno de los más destacados a lo largo de estos meses es Alonso Álvaro, de procedencia italiana, quien era cabecilla de la Ndrangheta, una de las mafias italianas más poderosas y violentas de Europa. Tiene operaciones de narcotráfico en España, Francia, Malta, Bélgica, Alemania, Suiza, Países Bajos, Albania, y Reino Unido, pero se movía desde el 2017 entre Cúcuta y Bogotá.
Antes de ser capturado en el aeropuerto El Dorado, en la ciudad de Bogotá, residía en el país el mexicano Raúl Edmundo Sepúlveda, miembro del cartel de Sinaloa y quien era buscado por narcotráfico y lavado de activos.
Otro caso fue el de Michael Joseph Murphy, un inglés buscado por el presunto delito de homicidio de dos personas de nacionalidad holandesa. Además, se encuentra vinculado en un proceso en el que se le acusa de conformar un poderoso grupo criminal organizado dedicado al narcotráfico, sicariato y secuestro.
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También se encontraba el ingeniero ruso, Sergey Shuspanov, llevaba varios años trabajando en Colombia en una empresa aeronáutica, pese a que en Rusia tenía un proceso pendiente por recepción y divulgación ilegal de información. Estos son solo algunos ejemplos de los criminales que han pasado por el país.
