En Canadá manifestantes tumbaron estatuas de las reinas británicas Victoria e Isabel II como protesta contra el maltrato de menores indígenas.
La fiesta nacional que conmemora la fundación del país en 1867 se ve ensombrecida este año por el descubrimiento de 1000 tumbas de niños indígenas sin identificar en terrenos de antiguos internados gubernamentales.
No es el primer hallazgo de este tipo, representantes de los descendientes de los pueblos originarios, piden ahora la cancelación de la fiesta nacional.
En toda América caen las estatuas del pasado colonial, para muchos símbolos de muerte y destrucción.
Para las autoridades colombianas, estas personas e indígenas que reivindican su pasado son símbolo de vandalismo.
Por esta razón la activista Catherine Juvinao indicó: “A los ‘vándalos’ de Canadá la Policía no los mata, ni nadie los desaparece, ni aparecen mutilados. Qué cosas”.
Algunos bromearon porque dijeron que según el uribismo estos ciudadanos de Canadá son guerrilleros, comunistas y hasta financiados por el foro de Sao Paulo.
Se demuestra que en América, la historia contada desde hace varios siglos está comenzando a cambiar.
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