La Alcaldía de Cartagena dio a conocer un ambicioso proyecto de infraestructura y renovación urbana con el que busca ponerle fin a las constantes inundaciones que afectan desde hace décadas a sectores claves como Bocagrande, Manga y Castillogrande.
El plan, con una inversión de 100.000 millones de pesos, contempla obras de gran envergadura para transformar la Avenida Chile y otras zonas críticas del Distrito.
Soluciones definitivas para las inundaciones en Bocagrande
Este nuevo proyecto, denominado “Sistema Integral de Control de Inundaciones y Renovación Urbana de Bocagrande y Castillogrande”, se socializará el próximo 7 de mayo.
Es una estrategia diseñada por la Secretaría de Infraestructura para responder a los problemas causados por las lluvias intensas, el mal estado del drenaje pluvial y las mareas altas, fenómenos que han deteriorado la movilidad, la actividad comercial y la calidad de vida de residentes y turistas.
El plan contempla la instalación de sistemas hidráulicos de alta ingeniería como válvulas de retención, tanques y motobombas para evacuar el agua en puntos estratégicos.
Estas soluciones buscan evitar la acumulación de agua y proteger las zonas más vulnerables a las intrusiones del mar, como Bocagrande, una de las áreas más golpeadas por las mareas debido a su baja altitud y obstrucción de alcantarillas.
La Avenida Chile será uno de los focos principales del proyecto. No solo se transformará su infraestructura con elevación de vías y renovación del espacio público, sino que también se cambiará el sentido vial para convertirla en una vía de un solo sentido.
Esta modificación pretende reducir los trancones, especialmente en temporada alta, cuando el turismo genera un alto flujo vehicular.
Renovación urbana con enfoque ambiental y social
Además de las mejoras hidráulicas y viales, el proyecto incluye la siembra de árboles, instalación de ornamentos y rehabilitación de paseos peatonales, con el objetivo de recuperar espacios públicos y mejorar el entorno urbano.
Se separarán los sistemas de aguas lluvias y aguas negras para evitar desbordamientos y se rehabilitarán cámaras de drenaje en zonas críticas como las avenidas San Martín y Malibú.
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