Andrés Gustavo Ricci, presunto feminicida de Luz Mery Tristrán, la primera colombiana campeona del mundial de patinaje, tenía a sus espaldas un gran entramado empresarial repleto de movimientos extraños de dinero.
De acuerdo a una investigación publicada por la Agencia de Periodismo Investigativo (API), las actividades empresariales de Andrés Gustavo Ricci iniciaron el 8 de enero de 1992, cuando creó la empresa Comercializadora Llantas Unidas S.A.
Andrés Gustavo Ricci, un empresario cuestionable
La empresa logró tener un gran auge por lo que a diciembre de 2022, obtuvo ingresos operacionales por $45.011 millones, ganancias de $4.331 millones, un total de activos de $61.455 millones, pasivos de $55.655 millones y un patrimonio de $4.799 millones. Actualmente, en el informe más reciente de la Superintendencia de Sociedades, la sociedad ocupa el puesto 4.664 de las empresas más grandes del país.
Para el año 2009, el negocio de las llantas y afines parecía no tener buen rumbo, por lo que Andrés Gustavo Ricci, decidió pasar de una sociedad anónima a una por acciones simplificadas con un capital autorizado de $7.000 millones y uno suscrito de $6.454 millones.
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Así mismo, abrió otro establecimiento de comercio en la avenida sexta de Cali, el cual también contaba con buenos números. Un activo total de $94.801 millones y una utilidad de $3.056 millones al 31 de diciembre de 2011.
La otra empresa relacionada con Andrés Ricci es Rubbermix S.A., la compañía que en 2012 se fusionó con Comercializadora de Llantas Unidas. En ese momento, el patrimonio de la primera era de $15.971 millones y el de la Comercializadora de $52,552 millones.
El 16 de marzo de 2020, la empresa entró en un proceso de paralización producto de la emergencia sanitaria del Covid-19, por lo que la Junta General de accionistas aprobó la disolución y liquidación de la empresa.
Estas empresas fueron sometidas a diversos cambios accionarios liderados por Andrés Ricci, donde sus hijos eran los principales beneficiarios al quedar como dueños de múltiples acciones.
En el año 2017, la Comercializadora de Llantas Unidas suscribió un contrato con el Ejército Nacional para el suministro de llantas por $5.019 millones. Sin embargo, los documentos requeridos para el desembolso de los recursos habrían sido falsificados.
Además, los conductores recibieron la orden de trasladar las llantas hasta el barrio Ricaurte. Los encargados de la bodega hicieron el descargue, pero desaparecieron 400 llantas.
Lo curioso de este gran entramado de dineros es que a pesar de haber sido el gestor de un emporio en el mercado de llantas y autopartes, y demás productos afines, a nombre de Andrés Gustavo Ricci García no le figuran propiedades.
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