
Existe mucha preocupación entre las autoridades de los Estados Unidos debido a las alarmantes cifras de migración infantil que vienen en aumento.
El pasado fin de semana, en el Estado de Texas, fue detenido un grupo de 17 migrantes por parte de la patrulla fronteriza.
Dicho grupo estaba conformado, en su mayoría, por menores de edad, incluyendo a un pequeño niño de tan solo 13 años, proveniente de Honduras, quien estaba en compañía de su hermanito, un bebé de apenas 7 meses de vida.
Según explicó el pequeño, entrevistado por los agentes de la patrulla fronteriza, su madre los habría abandonado en manos de un coyote tres semanas antes, quien los cruzó en balsa por el Río Grande, hasta llegar a Estados Unidos.
El niño llevaba consigo dos actas de nacimiento que confirmaban el parentesco.
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Brian Hastings, jefe de las autoridades fronterizas, mencionó que ningún padre debería poner a sus hijos a merced de los criminales.
Pese a que los menores se encuentran en buen estado de salud, es muy delicada la situación ya que, cada vez más padres de familia de países centroamericanos deciden enviar a sus hijos solos, al considerar que ellos tendrían mayor éxito en su intento de ingresar al país.
Sin embargo, según confirman las autoridades fronterizas, han sido expulsadas más de 140 mil personas, dentro de las cuales habían más de 8 mil niños que intentaron migrar solos a Norteamérica.