El Río Paraná atraviesa por una crisis de agua, el bajo caudal del río está afectando a casi 2 millones de habitantes de la región.
Con más de 5 mil kilómetros, este río sudamericano nace en Brasil, recorre Paraguay y finaliza en Argentina.
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La bajante extraordinaria del caudal se debe a la falta de lluvia en Brasil, las ciudades que se alimentan de este río están viéndose afectada por la mala calidad del agua.
“Entre las consecuencias que podemos indicar de la bajante del río Paraná podemos mencionar, el cambio de calidad del agua que va a ser consumida por las poblaciones, la pesquería que se va a ver alterada, el cambio de la topografía y la navegabilidad de los buques de gran calado, que afectó el trasporte de grano”, afirmó Pablo Collins, director Nacional de Limnología.
La economía de la región sufre por el alto costo del transporte fluvial, la agroindustria también se encuentra en crisis.
Hasta principios de 2022 se espera que el bajo caudal continue, sin embargo, los científicos y ambientalistas difieren sobre las causas de esta crisis de agua.
Al parecer no se trataría de efectos por el cambio climático, más bien se trataría del ciclo natural del río Paraná.
“Hay como 2 visiones en tensión sobre las causas, una sobre el funcionamiento de los ciclos hidrológicos y otra sobre las causas humanas y la pérdida de los ecosistemas”, afirmó la activista Valeria Berros.
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