París ha dado un paso importante al convertirse en una de las primeras ciudades europeas en poner fin por completo al uso de patinetas eléctricas de alquiler, tras una abrumadora votación de los residentes a favor de esta decisión.
En un referéndum celebrado en abril, los votantes tenían dos opciones: apoyar u oponerse a una prohibición en toda la ciudad de las patinetas eléctricas compartidos. Casi el 90% de los votantes respaldó la prohibición, aunque la participación electoral general fue bastante baja, con sólo el 7,5% de los votantes habilitados. A pesar de ello, la alcaldesa Anne Hidalgo elogió el resultado como un triunfo para la democracia y se comprometió a hacer cumplir la prohibición.
Cambio en la micromovilidad de París
Esta prohibición se dirige específicamente a las patinetas eléctricas de alquiler, conocidos como “trotinettes” en francés, ofrecidos por tres empresas autorizadas en París: Tier, Dott y Lime. Estas empresas de micromovilidad, con una flota colectiva de alrededor de 15.000 scooters eléctricos en la ciudad, deben retirar sus trotinettes de las calles desde el 1ro de septiembre.
Es importante tener en cuenta que esta prohibición no afecta los servicios de bicicletas eléctricas compartidas (ebike) dentro de la ciudad, ni impide que las personas utilicen e-scooters de propiedad privada.
Según un portavoz de Dott, el 21 de agosto su flota de 5.000 patinetas eléctricas ya había sido retirada de las calles de París. Estos scooters se reubicarán en regiones con gran demanda, incluida Bélgica e incluso lugares tan lejanos como Tel Aviv. Tier devolverá la mayoría de sus scooters a Alemania o Varsovia, mientras que Lime planea distribuirlos a ciudades como Lille, Londres, Copenhague y varios lugares de Alemania.
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Patinetas eléctricas generan caos en París
París había adoptado los scooters eléctricos compartidos a principios de 2018, presentándolos como una alternativa ecológica a los automóviles, con el objetivo de reducir la contaminación y aliviar la congestión del tráfico.
Sin embargo, la proliferación de estos scooters pronto dio lugar a escenas desordenadas, en las que los usuarios, incluidos turistas, los abandonaban en las aceras, circulaban imprudentemente en zonas concurridas e incluso los arrojaban al río Sena. Este mal uso provocó lesiones y, lamentablemente, algunas muertes, en su mayoría peatones.
En respuesta, el alcalde Hidalgo se comprometió a hacer cumplir regulaciones más estrictas, incluidos límites de velocidad y medidas contra la conducción imprudente y la eliminación inadecuada de scooters. En 2019, el gobierno francés incorporó los scooters eléctricos al código de circulación nacional, imponiendo regulaciones en todo el país.
A pesar de estos esfuerzos, los problemas persistieron y finalmente culminaron en el referéndum de abril de 2023 y la posterior prohibición de las patinetas eléctricas compartidos en la Ciudad de la Luz.
Vale la pena señalar que París no es la primera ciudad que impone restricciones a las patinetas eléctricas, incluidos límites de velocidad y áreas de estacionamiento designadas con multas por infracciones.
Madrid, a principios de este año, levantó una prohibición anterior a las empresas de alquiler con nuevas condiciones, como hizo Copenhague en 2021. La mayoría de las patinetas eléctricas están prohibidos en la vía pública en los Países Bajos. Sin embargo, las prohibiciones totales por parte de ciudades que anteriormente las habían acogido son relativamente raras.
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