Una usuaria de TikTok en Indonesia ha sido condenada a dos años de prisión por publicar un vídeo en el que recitaba una oración islámica antes de comer carne de cerdo.
Este acto, que fue ampliamente condenado en el país predominantemente musulmán, llevó a su condena. En el vídeo, se puede ver a Lina Mukherjee encogiéndose mientras dice una oración musulmana que significa «en el nombre de Dios» antes de consumir piel de cerdo crujiente.
Blasfemia contra el Islam tras comer carne de cerdo frente a las cámaras
Un residente local denunció al influencer de 33 años por el vídeo, que obtuvo millones de visitas en TikTok. Un tribunal de Palembang la declaró culpable de «difundir información destinada a incitar al odio contra personas religiosas y grupos específicos».
Mukherjee, que se identifica como musulmana, también fue multada con una cuantiosa multa y se le ordenó pagar $64 millones de pesos (13.000 libras esterlinas) por sus acciones.
En Indonesia, el país de mayoría musulmana más grande del mundo, la carne de cerdo se considera «haram», o prohibida, según la ley islámica.
Después del juicio, Lina expresó su sorpresa por el veredicto y afirmó: “Sé que cometí un error, pero no esperaba un castigo tan severo”, durante una entrevista con la estación de noticias local MetroTV.
El vídeo provocó una importante reacción de los grupos conservadores de Indonesia. El Consejo Ulema de Indonesia, el principal organismo clerical islámico del país consideró el vídeo blasfemo.
Lina Mukherjee, una popular creadora de contenido, cuenta con dos cuentas de TikTok, y su cuenta más grande acumula más de 2,2 millones de seguidores.
Su caso es el último de una serie de condenas por blasfemia de alto perfil en los últimos años. El año anterior, seis personas fueron arrestadas después de que una cadena de bares promocionara alcohol gratis para clientes llamados Mohammed.
En 2017, el exgobernador cristiano de Yakarta fue encarcelado acusado de insultar al Islam, lo que en general se considera una motivación política.
Los activistas de derechos humanos han criticado duramente las estrictas leyes sobre blasfemia de Indonesia, argumentando que apuntan desproporcionadamente a grupos minoritarios.
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