En medio de las protestas generalizadas en Venezuela por la cuestionada reelección del presidente Nicolás Maduro, el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, aseguró el martes que Maduro conserva la “absoluta lealtad y el apoyo incondicional” de las fuerzas armadas.
Los disturbios, que estallaron tras la victoria de Maduro en las controvertidas elecciones, han provocado la detención de más de 1000 personas y al menos once muertos y numerosos heridos. La violencia durante las protestas también ha provocado la detención de Freddy Superlano, un destacado líder de la oposición, mientras las tensiones aumentan en todo el país.
Las fuerzas de seguridad dispararon el lunes gases lacrimógenos y balas de goma contra manifestantes enojados que desafiaban los resultados oficiales, que fueron cuestionados por la oposición y los países vecinos.
Miles de personas inundaron las calles de varios barrios de la capital Caracas, coreando “¡Libertad, libertad!” y “¡Este gobierno va a caer!”.
Algunos arrancaron y quemaron carteles de la campaña de Maduro, mientras que al menos dos estatuas de Hugo Chávez, el fallecido socialista autoritario que dirigió Venezuela durante más de una década y eligió a Maduro como su sucesor, fueron derribadas por los manifestantes.
Además de los muertos, se reportaron 84 heridos, según la Encuesta Nacional de Hospitales, una red que monitorea las crisis en los hospitales del país.
Dos de los muertos se produjeron en el estado Aragua y uno en Caracas, indicó la cadena. Por su parte, la ONG Foro Penal informó de un muerto más en el estado Yaracuy (noroeste).
En medio de crecientes temores de violencia, una figura destacada de la coalición opositora, Freddy Superlano, fue “secuestrado” por funcionarios vestidos de negro, dijo su partido Voluntad Popular en X.
Temores de fraude
Las elecciones se celebraron en medio de temores generalizados de fraude por parte del gobierno y una campaña empañada por acusaciones de intimidación política.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) certificó la reelección de Maduro, de 61 años, para un nuevo mandato de seis años hasta 2031, con el mandatario obteniendo el 51,2 por ciento de los votos emitidos frente al 44,2 por ciento de Edmundo González Urrutia.
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