La economía mundial entrará a una recesión y los empresarios y altos ejecutivos de las compañías más importante de Estados Unidos saben que la situación se pondrá peor. El galón de gasolina en Estados Unidos llegó a los $5 dólares.
Las advertencias de que se avecina una recesión, incluidas las del CEO de Tesla, Elon Musk, y el CEO de JPMorgan Chase, Jamie Dimon, reflejan la profunda incertidumbre que se siente en las oficinas ejecutivas del país a medida que la inflación alcanza su tasa anual más alta en más de 40 años.
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La Reserva Federal inicia su reunión de dos días el martes. La mayoría de los analistas esperaban que el banco central aumentara las tasas de interés en medio punto porcentual por segundo mes consecutivo, pero un informe de inflación más fuerte de lo esperado la semana pasada hizo que los mercados creyeran que podría venir un movimiento aún mayor.
Y es casi seguro que el banco central continuará elevando las tasas de interés de manera bastante agresiva en los próximos meses a medida que la inflación continúe aumentando.
La Fed está en medio de un delicado baile que podría terminar en un gran dolor económico.
El banco central espera desacelerar la economía estadounidense lo suficiente como para frenar la inflación sin provocar una desaceleración económica importante.
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Pero eso es a menudo más fácil decirlo que hacerlo. A medida que el costo de los préstamos aumenta en todos los ámbitos, desde hipotecas hasta préstamos bancarios, las empresas podrían responder recortando costos o personal, mientras que las personas podrían comenzar a reducir sus gastos.
Dimon, que dirige uno de los bancos más grandes del mundo, dijo que ve un «huracán» económico en el horizonte.
El CEO de Wells Fargo, Charles Scharf, dice que «no hay duda» de que la economía estadounidense se dirige hacia una recesión.
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